Las relaciones entre Hugo Chávez y el expresidente iraní Mahmud Ahmadinejad fueron excelentes, al punto que se convirtieron en grandes aliados.
El Político
Ambos mandatarios coincidían en su retórica antiestadounidense y sellaron alianzas en diversos frentes: construcción, ensamblaje de vehículos y turismo entraron entre los ámbitos de cooperación oficialmente admitidos tanto por Irán como por Venezuela.
De acuerdo con el informe de actividades de Hezbolá en Venezuela, elaborado por la Comisión de Seguridad e Inteligencia del Gobierno interino de Venezuela, la cooperación también incluyó el transporte de militantes terroristas y el tráfico de cocaína.
Un convenio firmado entre las líneas aéreas Conviasa e Irán Airlines en 2007, y que permitiría vuelos directos al Medio Oriente (Caracas-Damasco-Teherán) tenía poco interés turístico y comercial, según reportó primerinforme
La investigación revela que sólo quienes contaban con la autorización del régimen chavista podían viajar en estos vuelos: “El avión despegaba casi siempre con todos los asientos vacíos”.
Un documento del Ministerio para las Industrias Básicas y Minería venezolano reveló que, entre 2007 y 2009, el costo operativo de los vuelos producto del convenio fue de 45 millones de dólares.
Un dato a considerar es que los ingresos de esa empresa conjunta Irán Venezuela apenas llegaba a los 15 millones. La pérdida reportada de 30 millones de dólares evidenció lo poco rentable del negocio.
Pasajeros y carga sin declarar
Antiguos partidarios chavistas exiliados en los Estados Unidos, revelaron bajo condición de anonimato que “los vuelos se utilizaron para el transporte de decenas de extremistas islámicos que necesitaban viajar a occidente a través de Irán y Siria, sin ser notados”.
El informe agrega que esto se complementaba con el trabajo de la Embajada de Venezuela en Damasco, que maneja una red que produce y distribuye, auténticos pasaportes venezolanos. Los documentos eran suministrados a los terroristas para ocultar sus identidades.
También se detrminó «que el avión blanco y naranja de Conviasa, marcado como vuelo VO-3006, habría sido utilizado para llevar cocaína proveniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia a Damasco, para engrosar las finanzas del grupo terrorista», se lee en el reporte.
De esta manera, la aerolínea venezolana creó un enlace para un red que incluía a narcotraficantes mexicanos, (Cartel de los Zetas), al igual que colombianos y venezolanos. Panamá se usaba como sede y todo el dinero alimentaban las finanzas de Hezbolá.
De acuerdo con un informe del Departamento de Estado de EEUU, el gobierno iraní también exporta su comportamiento destructivo al aprovechar el alcance global de la aviación civil y comercial.
Mahan Air, Caspian Air, Meraj Air, Pouya Air y Qeshm Fars Air han estado implicadas en el apoyo al Cuerpo Revolucionario de la Guardia Islámica. Colaboran con actividades que amenazan la estabilidad regional y la seguridad de la aviación civil internacional, razón por la cual la entidad fue sancionada por el gobierno de EE. UU.
Desde 2011, señala la diplomacia de Washington, Mahan Air ha ha estado implicado en el transporte de operativos, armas, equipo y fondos del IRGC-QF en apoyo de las campañas del régimen en el extranjero.
«Mahan también está siendo utilizado para apoyar al régimen ilegítimo de Maduro en Venezuela», denuncia el documento del Departamento de Estado.
En el reporte se señala también que: «Tras la declaración de la pandemia de coronavirus, añade el informe estadounidense, los vuelos continuos de Mahan Air a China, Siria y Líbano contribuyeron a la propagación del virus mortal».