La Superintendencia Nacional de Salud (Susalud) ha iniciado una investigación de la denuncia de Jackeline Segura, una joven que acudió a la clínica Dr. Augusto Cáceres, en Magdalena, para realizarse una depilación láser, pero que terminó con el rostro desfigurado.
En un inicio, el centro de salud quiso darle de alta. Luego de hacerse público un video en el que Segura pide ayuda, la clínica optó por trasladarla a otro establecimiento de salud.
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El área de prensa de Susalud, encargada de proteger los derechos de los pacientes, informó que las investigaciones se están haciendo sobre la base de las declaraciones de la afectada y de los responsables de este caso.
“Tenemos la facultad de supervisar, fiscalizar e incluso de sancionar a hospitales y clínicas públicas y privadas”, indicó una fuente del área de prensa de dicho organismo, brazo del Ministerio de Salud.
Consultado por este Diario, el dermatólogo Carlos Rivera advirtió que todo procedimiento tiene un riesgo y que los médicos deben decirle eso a sus pacientes.
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Para el experto, Susalud deberá investigar varios factores: qué medicamentos tomó Jackeline antes o después de la depilación; si la persona (médico, dermatólogo, técnico) que le realizó el procedimiento estaba preparada; y qué tipo de máquina láser se empleó para el procedimiento.
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