La situación económica, tanto como la política y social de Venezuela, se ha deteriorado a graves extremos, sumergiendo al pueblo venezolano en una crisis insostenible que tiene como consecuencia los índices más altos de pobreza. No obstante, la ministra de Servicios Penitenciarios, Iris Varela, cree que existe una forma para decirle adiós a la crisis que mantiene azotado al venezolano.
El Político
Iris Varela habló este domingo sobre la crisis económica que padece Venezuela, y mencionó las "soluciones" que considera necesarias para acabar con ésta. La ministra destacó que la situación de Venezuela podría solventarse si la población comenzara a producir y se implementara una nueva ética de trabajo. “Las circunstancias difíciles que se nos presentan en el camino se pueden superar si todo el mundo se convence de que tiene que ponerse a producir”.
Estas declaraciones sobre trabajo y ética son un descaro y una insolencia, puesto que es bien conocido que el gobierno venezolano es el que menos cumple con estos requisitos, ya que de lo contrario, el país no hubiera caído en esta crisis en primer lugar.
Varela, en su entrevista con José Vicente Hoy, también mencionó lo que Nicolás Maduro considera como solución para la situación que padece el país. “Decía Maduro, que es un campeón con todo lo que le ha tocado enfrentar (…), que los venezolanos lo único que necesitamos es tener mayor dosis de conciencia y patriotismo”. Como si la voluntad por aplicar a esos sentimientos cambiarían la decadencia que atraviesa el país, que ni es escuchado por su propio gobierno.
La ministra también declaró que el primero que sufre con la situación que padece Venezuela es Nicolás Maduro. “¿Qué más no quisiera el presidente Nicolás Maduro que forjarse y concretar la felicidad de nuestro pueblo?” declaró.
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Sin embargo, a pesar de que hoy en día los venezolanos trabajan más que nunca para no ser afectados por la crisis, es imposible seguirle el paso a la hiperinflación del país, y mientras tanto, las declaraciones de Varela son una burla a las miles de familias venezolanas que día a día deben hacer magia para poner comida sobre la mesa, y más aún, a esas familias que deben hurgar en la basura para poder alimentarse.