Tras asumir posesión del trono inglés en 1952, Isabel II encabezó más de 80 visitas de Estado pero solamente cuatro fueron a países de América Latina: Brasil en 1968, Chile en el mismo año y dos veces a México, la primera en 1975 y la segunda en 1983.
El Político
A lo largo de sus 70 años de reinado, la monarca visitó solo tres países más de la región: Brasil y Chile en 1968, y México en 1975 y en 1983, reportó BBC.
En estas visitas se reunió con jefes de Estado y con figuras como Edson Arantes do Nascimento, el "rey" Pelé, quien ya ostentaba dos copas mundiales de fútbol para cuando conoció a Isabel II en el estadio Maracaná, en Río de Janeiro.
Panamá, a diferencia de los otros tres países, no fue una visita oficial de Estado, pero dos elementos destacan de esos días de tránsito por el Canal de camino a varios de los Estados miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth).
La reina no llevaba -aquel 29 de noviembre de 1953- ni seis meses en el trono cuando el barco Ghotic llegó a la ciudad panameña de Colón, y el viaje coincidió con la celebración de los 50 años de la nación centroamericana como república.
Otro dato curioso es que el 30 de noviembre, desde tierras panameñas, Isabel II envió un feliz cumpleaños por primera vez como monarca a Winston Churchill, el primer ministro británico, quien celebraba 79 años. Churchill sería el primero de los 15 primeros ministros con los que coincidiría durante sus siete décadas como jefa de Estado.
Panamá
Solo seis meses después de haber subido al trono, Isabel II llegó a Panamá, en su primera visita al continente americano.
No fue de carácter oficial, puesto que se encontraba de gira por los Estados miembros de la Mancomunidad Británica de Naciones, camino a Nueva Zelanda.
Sin embargo, eso no fue excusa para que los panameños la recibieran con altos honores y especial júbilo.
"Fue un privilegio para Panamá haber sido seleccionado en aquel entonces por la Corona inglesa como el punto de tránsito del Atlántico al Pacífico en su ruta hacia Nueva Zelanda y Australia".
Así lo explicó a BBC Mundo el historiador colonense Luis Javier Ceballos, quien describió la visita real como "apoteósica".
Isabel II había sido coronada el 2 de junio de 1953, cuando tenía 27 años, y su primera travesía se extendería por medio año.
"El presidente panameño José Antonio Remón Cantera aprovechó la ocasión del cincuentenario para conciliar todas las partes políticas y rebajar las tensiones en el país. La gente se volcó con entusiasmo a aplaudir la iniciativa del gobierno de admitir todo el protocolo ceremonial para recibir a la reina Isabel II y a su esposo", dijo Cevallos.
Brasil
En Brasilia, la monarca fue recibida por el entonces presidente, mariscal Artur da Costa e Silva, con el protocolo de rigor para una visita de Estado.
Antes de partir, Isabel II entregó el trofeo de la victoria a Pelé al finalizar un partido en el famoso estadio Maracaná, cuando el futbolista estaba en camino de convertirse en una leyenda del fútbol.
Isabel y Felipe se despidieron asegurando que no olvidarían la “calurosa acogida que le brindó el pueblo de Brasil”, según resalta un tributo publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores al cumplirse 50 años de esa visita histórica.
"Majestad, este es el mundialmente famoso jugador Pelé", dijo Lael Soares, jefa de protocolo del Palácio Guanabara, sede oficial del gobierno de Río de Janeiro.
"¡Oh, ya sé!", sonrió la reina, extendiendo su mano. "Ya lo conozco por su nombre. Y me siento muy feliz de saludarlo".
"Dígale que estoy feliz de haber participado en un juego que contó con su presencia", le pidió Pelé, un poco incómodo, al intérprete real.
"Dígale que la felicidad es mía", respondió la reina, con otra sonrisa. Tenía 42 años y ya llevaba 16 en el trono.
El diálogo anterior, reproducido por el periódico O Globo, ocurrió durante la primera y única visita de la Corona británica a Brasil, entre el 1 y el 11 de noviembre de 1968, durante la dictadura militar.
Pelé, con apenas 28 años ya era bicampeón mundial, gracias a los títulos conquistados en los Mundiales de 1958, en Suecia, y 1962, en Chile. Un año y siete meses después ganaría el tercer campeonato, en México, en 1970.
Los dos se encontraron en la tribuna de honor del Estadio Maracaná después de un partido entre los equipos de Río y São Paulo. Los paulistas ganaron la disputa 3-2. Pelé, el capitán del equipo paulista, marcó uno de los goles, el 900 de su carrera, en el minuto 39 del primer tiempo.
"El fútbol nació en Inglaterra, pero una vez, en el Maracaná, lleno de 100.000 personas, tuvimos el honor de mostrar la belleza del fútbol brasileño a la realeza británica. Guardo este día con mucho cariño en la memoria", publicó Pelé, en sus redes sociales, el 9 de abril de 2021, fecha de la muerte del príncipe Felipe.
El viaje de 1968 llevó a la reina y al príncipe consorte por seis ciudades de Brasil: Recife, Salvador, Brasilia, São Paulo, Campinas y Río de Janeiro.
"Hasta la fecha, es el único viaje de un monarca británico a Sudamérica y, solo por eso, ya es muy importante", dijo en 2022 el embajador de Brasil en Londres Fred Arruda a BBC Brasil.
"Fue una visita que tuvo varios aspectos. Además de las reuniones de gobierno, hubo aspectos de ciencia y tecnología, cultura e incluso infraestructura. Pero, sobre todo, diría que el viaje fue diseñado para acercar a los brasileños al Reino Unido, usando el magnetismo de la pareja real. Y eso funcionó muy bien", concluyó.
Chile
El otro país sudamericano visitado por la pareja real aquel noviembre de 1968 fue Chile.
En Santiago, Isabel y Felipe fueron recibidos por el presidente Eduardo Frei Montalva, quien los había invitado formalmente a conocer tierras chilenas en 1965, cuando él visitó Reino Unido en el marco de una gira europea.
La Casa Museo Eduardo Frei Montalva recuerda que en medio de esta visita oficial ocurrió un hecho inédito: la reina Isabel II asistió, junto a Felipe de Edimburgo, a una cena privada en la casa del presidente, lo que "se escapaba de todo lo que hasta entonces se había preparado para las visitas oficiales".
Según informa la Casa Museo, la idea de este evento fue de Mariano Fontecilla, encargado de protocolo, que en la inauguración de la exposición conmemorativa de la visita real describió el objetivo de esa "cena única".
"Podía dar conocimiento de cómo es un jefe de Estado normal y corriente en nuestra nación y cómo se ventila sin palacio y sin nada. Era un golpe también de ejemplo, de que supieran que en este país había un presidente que tenía un plan de austeridad y seriedad, no solo en el decir, sino en el actuar y en su vida propia".
En diálogo con BBC Mundo, Maite Gallego, subdirectora de la Casa Museo, destacó "la relación amistosa y muy humana" que se había establecido entre la monarca europea y el mandatario sudamericano en su visita a Londres como el antecedente que permitió esa cena.
"Cuando Foncecilla le propuso a Frei invitar a Isabel II a comer a su domicilio, el presidente tenía sus dudas y respondió: ‘No me gustaría que las personas pensaran que soy cachetón (que me creo demasiado) invitando a la reina a mi casa'", recordó Gallego. Pero finalmente fue convencido por su encargado de protocolo.
No existe ningún registro visual, ninguna foto o imagen de la cena, que además fue breve porque luego el mandatario y la reina asistieron al partido de fútbol entre la Universidad de Chile y la Universidad Católica, que se jugó en el Estadio Nacional.
Además de la capital, Isabel II estuvo en la región de Valparaíso, visitando el Congreso Nacional, y la localidad sureña de Pucón.
México
El 24 de febrero de 1975 una multitud se congregó en el Zócalo de la capital mexicana para recibir a la reina Isabel II en medio de cantos, flores y diversas expresiones artísticas.
La visita de la reina conmemoraba el 150 aniversario de un importante acuerdo comercial y de navegación entre Reino Unido y México, firmado en 1825.
"El cariño que se le manifestaba era muy evidente. Había una demostración de alegría y de buena voluntad para enviarle un mensaje a la soberana de que era muy bienvenida a México".
Así le contó a BBC Mundo César Lajud, profesor mexicano de Economía en la Universidad Nebrija de Madrid, que estuvo presente en la ocasión.
Así reseñó el diario El Universal la cena de honor que Isabel II ofreció en la embajada británica en México en honor del presidente Luis Echeverría y su esposa, María Ester Zuno, el 25 de febrero.
"Con sus exquisitas dotes de anfitriona sirvió como platillo principal pollitos tiernos rellenos de paté, con guarnición de corazones de alcachofa. Un conjunto musical ejecutó música de autores europeos y estadounidenses, además de un arreglo de ‘La Cucaracha'".
"Algo que fue llamativo para la reina es que decía que solamente en la India había sido recibida por multitudes más numerosas que en México", recordó a BBC Mundo el profesor Harim Gutiérrez, de la Universidad Autónoma Metropolitana de México.
"El gobernante Partido Revolucionario Institucional, el PRI, era una organización que tenía muchísima habilidad y experiencia para movilizar a sus simpatizantes", lo cual no solo se reflejaba en los comicios electorales, sino en otro tipo de actividades, añadió Gutiérrez.
Además del Distrito Federal, la reina visitó la zona arqueológica de Monté Alban, una de las ciudades más importantes de Mesoamérica, ubicada a 8 kilómetros de la ciudad de Oaxaca de Juárez, y en Yucatán inauguró el Parque Zoológico La Reina en Tizimín, que fue nombrado en su honor.
"La reina dijo que ella había aprendido de la cultura maya en libros y que le emocionaba mucho poder visitar el lugar y conocerlo con sus propios ojos", indicó Gutiérrez.
El profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana dijo que la segunda visita, en 1983, no tuvo la misma repercusión popular que la primera, ya que el país sufría una fuerte crisis económica causada por la caída del precio del petróleo un año antes.
Se trató, según el experto, de una visita más discreta, con una agenda diplomática adicional.
"Me puedo aventurar a decir que ese momento (la visita) sirvió para mejorar las relaciones entre México y Reino Unido" tras la guerra de las Malvinas/Falklands en 1982, cuando México apoyó la demanda argentina sobre las islas.
Lajud coincide: "De alguna manera, trató de suavizar y mejorar la presencia de Gran Bretaña en Latinoamérica".