Isaías Medina, quien hasta hace poco representaba al gobierno venezolano en la Organización de las Naciones Unidas, aseguró en una entrevista con El político que " los que han tenido más de 100 muertos y sangre en sus manos son Nicolás Maduro y su gobierno".
Por Luisiana Ríos P./El Político
"Es irrelevante lo que pase conmigo y lo más importante es lo que ocurra con los ciudadanos venezolanos y su protección, yo estaré donde Venezuela me requiera, allá o aquí en Estados Unidos, donde me requiera haré lo que tenga que hacer", dijo el ex ministro asesor de la misión de Venezuela en las Naciones Unidas. Mientras tanto, dijo Medina, sigo aportando mi grano de arena trayendo un poco más de concientización a la comunidad internacional sobre lo que sucede mi país.
https://soundcloud.com/user-454002759/isaias-medina
¿Usted representó a Venezuela ante la Corte Penal Internacional, pueden tomar medidas contra el país?
Los crímenes de lesa humanidad están contemplados en el estatuto de Roma y es por ello que he tomado esta decisión de renunciar, por la sistemática y reiterada represión a la población civil en Venezuela y por el terrorismo de estado de Nicolás Maduro con sus paramilitares armados, están disparándole a los civiles y también eso representa crímenes de lesa humanidad. Me parece que la Corte Penal Internacional, específicamente la fiscalía, debería estar analizando y estudiando estos casos.
¿Cómo justifican los otros funcionarios de la misión venezolana en la ONU, lo que ocurre en Venezuela?
No sé que opinan otros funcionarios del gobierno, mi posición es diferente y me parece magnífico si puede servir de ejemplo para que también tomen las mismas decisiones. Todos podemos aportar, yo creo que el gobierno tiene un script y tratan de cubrir esto con una mentira, diciendo que la oposición es la violenta y son ellos los que están armados. Pero los que han tenido más de 100 muertos y sangre en sus manos son Nicolás Maduro y su gobierno.
¿Puede seguir el caso Venezuela en la agenda de las Naciones Unidas?
Este tema no está ya en la agenda de la ONU, se hizo omo una consulta cerrada en el Consejo de Seguridad y no fue aprobado lastimosamente. En las Naciones Unidas no hay otro lugar donde se puedan tratar estas acciones, por la no injerencia, que está incluido en el artículo dos de la carta del organismo. No obstante, yo creo que las medidas correctas son las unilaterales, como las que está tomando el senado de Estados Unidos y la Unión Europea, para poder trancarle de alguna manera el flujo de divisas y recursos a Nicolás Maduro, para que no lo pueda utilizar en contra la población. Me parece importante llamar a la reflexión en la necesidad imperante y urgente de un corredor humanitaria y en torno a una reconciliación nacional de este gobierno de transición que la Asamblea Nacional ha decretado. La sugerencia que yo tendría importante de destacar, es que deben incluir en ese gobierno de transición a los jóvenes de la resistencia, que son quienes han dado el pecho y la vida para defender nuestra constitución.
Usted esperaba tener un pasaporte para pronunciarse contra Maduro, ¿por qué no tenía sus documentos?
Yo tenía pasaporte diplomático, pero al momento de renunciar, con el Apartheid político que tiene este gobierno, en donde no se permite ningún tipo de opinión disidente, jamás me hubiesen entregado mi pasaporte. Yo lo tenía vencido y me hubiesen tenido que deportar, eso es lo que no quería permitir. De manera que estaba esperando tener mi pasaporte, para poder emitir mis opiniones, aunque yo estoy retirado de actuaciones en la ONU desde hace dos meses, siendo la última en la conferencia de océanos y después de allí renuncié, porque no estaba de acuerdo con las situaciones que se están cometiendo mi país.
¿Le han llamado del gobierno venezolano después de sus declaraciones contra Nicolas Maduro?
Nadie se ha comunicado conmigo y estoy esperando diligenciar mi regreso a Venezuela. Yo tengo también una ONG aquí en Estados Unidos para la protección y salud de los océanos y cambio climático, y seguiré mientras con mi aporte para la comunidad