Las recientes declaraciones de Pedro Sánchez, en las que condena a Israel por la guerra en Gaza, han generado controversia. Estas declaraciones se produjeron el mismo día en que tres civiles israelíes perdieron la vida a manos de un terrorista palestino de Hamás en Jerusalén.
El Político
El gobierno de Israel ha rechazado las palabras de Pedro Sánchez, en las que acusaba a Israel de incumplir el derecho internacional humanitario en Gaza y de causar una masacre de niños palestinos. Como respuesta, Israel ha decidido retirar su embajada en Madrid.
Asimismo el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, defendió en un mensaje en X, que su país está actuando conforme al Derecho Internacional y ha subrayado que Hamás es el único responsable del ataque terrorista del 7 de octubre y de la situación actual en la Franja Gaza.
Following the outrageous remarks by the Spanish Prime Minister, who once again repeated baseless accusations, I decided to recall our ambassador to Spain for consultations in Jerusalem.
Israel is acting, and will continue to act, according to international law, and will continue…— אלי כהן | Eli Cohen (@elicoh1) November 30, 2023
Estas declaraciones se producen después de que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, convocara a la embajadora española en Israel para una "reprimenda" por las declaraciones de Sánchez.
Crisis diplomática entre España e Israel
La tensión diplomática entre España e Israel se ha intensificado con la llamada a consultas de embajadores. La semana pasada, la embajadora española fue citada por el Ministerio de Exteriores israelí, acusando al presidente Sánchez de realizar declaraciones que parecían "apoyar el terrorismo".
En respuesta, la embajada de España también convocó a la embajadora israelí. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, consideró "inaceptables" y "falsas" las acusaciones realizadas.
La decisión de llamar a consultas a la embajadora española se produce después de la reunión entre Albares y Cohen en Macedonia del Norte.
La situación actual recuerda a crisis diplomáticas anteriores, como las ocurridas con Marruecos y Argelia, donde la retirada temporal de embajadores duró varios meses.