El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, dijo hoy que pretende agotar la legislatura mientras el Parlamento le mantenga su confianza, explicó sus prioridades en 2017 en la presidencia del G-7 y aseguró que buscará una salida a la crisis del banco Monte dei Paschi di Siena (MPS).
Gentiloni, que sustituye a Matteo Renzi como primer ministro desde hace poco más de dos semanas y después de que éste presentara su dimisión por el fracaso en el referéndum del 4 de diciembre sobre la reforma constitucional, compareció ante la prensa para ofrecer la habitual conferencia de fin de año.
En su intervención, Gentiloni aseguró que su "Gobierno trabajará mientras tenga la confianza del Parlamento", pero al mismo tiempo "tratará de fomentar el debate entre las distintas fuerzas políticas para la implementación de una ley electoral" que consienta convocar elecciones en el país.
En Italia rigen dos leyes electorales distintas para la Cámara de los Diputados y para el Senado y, mientras que la que afecta a esta última fue declarada inconstitucional en 2013, el Tribunal Constitucional prevé pronunciarse sobre la otra el próximo 24 de enero.
Afirmó que su gabinete no presentará ninguna propuesta concreta para implementar una ley electoral, sino que dejará el asunto en manos de "todas las fuerzas políticas", y hasta que esto ocurra, apuntó, su Ejecutivo continuará la legislatura, que finaliza en febrero de 2018.
Durante este tiempo, señaló, su gabinete trabajará en asuntos de calado nacional e internacional, como la crisis del banco italiano MPS que, tras fracasar en su recapitalización de 5.000 millones de euros, necesitará de una intervención con dinero público.
Esta operación se realizará bajo la mirada de la Unión Europea (UE) y con la supervisión del Banco Central Europeo (BCE), que recientemente ha considerado que la entidad toscana precisará 8.800 millones de euros de capital, casi el doble de los 5.000 millones estimados para su ampliación de capital.
Estos nuevos cálculos conocidos el pasado lunes "han sorprendido" a Italia, confesó Gentiloni, pues exigirían al Gobierno realizar una intervención mayor de la prevista inicialmente y destinar una importante cantidad de los 20.000 millones de euros aprobados recientemente con la intención de sanear el entero sector bancario.
Con información de EFE