Japón ahorcó a un prisionero chino por el brutal asesinato de una familia de cuatro personas, en lo que constituye la primera ejecución de un extranjero en una década, informó BBC Mundo.
El Político
El hombre, Wei Wei, llevó a cabo los asesinatos en el año 2003, junto con dos cómplices.
Los otros dos hombres huyeron a China, donde uno fue ejecutado en 2005 y el otro condenado a cadena perpetua.
Japón tiene más de 100 prisioneros condenados a muerte. El año pasado fueron ejecutados 15, incluyendo a 13 miembros de la secta japonesa Aum Shinrikyo.
El país asiático recién comenzó a revelar los nombres de los presos ejecutados en 2007.
Desde entonces, solo se ha identificado a un extranjero: un ciudadano chino ahorcado en 2009.
Estrangulados o ahogados
La ministra de Justicia japonesa, Masako Mori, dijo que había firmado la ejecución de Wei Wei "después de haberlo considerado de forma cuidadosa".
"Es un caso extremadamente cruel y brutal en el que los miembros de una feliz familia, incluidos un niño de 8 años y otro de 11, fueron asesinados por razones verdaderamente egoístas", dijo.
En Japón, a los condenados a muerte no se les informa de que les van a aplicar la pena capital hasta el mismo día de la ejecución, concluye el portal.
Fuente: BBC Mundo