Ni presionados ni obligados, Japón decidió organizar los Juegos Olímpicos (JJOO) que comenzarán este viernes, porque así lo quería.
El Político
Lo dejó claro el primer ministro de ese país, Yoshihide Suga, quien negó cualquier tipo de coacción frente a un evento tan impopular entre los japoneses. Encuestas locales señalan que ocho de cada diez ciudadanos los rechazan.
Destacadas revistas médicas cuestionaron la conveniencia de realizar los Juegos e incluso el segundo periódico más grande del país, Asahi Shimbun, pidió que se cancelaran, reportó Marca.
JJOO contra todo pronóstico
“Habíamos pedido los Juegos Olímpicos porque los queríamos”, señaló Suga en una entrevista a The Wall Street Journal, en la que también habló de la grave situación sanitaria por el COVID-19 y de los consejos para no realizar el evento deportivo. “Lo más simple y lo más fácil era renunciar”, señaló.
A un día de la ceremonia de apertura de los Olímpicos y las primeras competencias, Tokio dice estar preparado. Pero los números preocupan a su población de 14 millones de habitantes: este miércoles se detectaron 1.832 nuevos casos de coronavirus, el dato de infecciones más alto desde enero.
El miedo aumenta cuando se reporta que algunas delegaciones olímpicas, que en su mayoría llegan vacunadas, están encontrando positivos a horas de arribar al país.
Los organizadores de la cita deportiva aseguran que serán unos Juegos seguros: la mayoría de las competencias se harán a puerta cerrada y sin público, y los deportistas serán sometidos regularmente a pruebas de diagnóstico.
JJOO y un problema con el virus
El 87,7 % de la población teme que Tokio se convierta en una incubadora del virus y surjan nuevas cepas, con tantos visitantes extranjeros, según la encuesta de la agencia Kyodo, reportó El Espectador.
El doctor Naoto Ueyama, médico director del Sindicato de Médicos de Japón, resaltaba en la televisión que son 15.000 atletas extranjeros y decenas de miles de funcionarios, patrocinadores y periodistas de 200 países los que acudirán al evento. “Toda esta nueva población llegará a un país cuya ciudadanía, en gran parte, no está vacunada y se mezclará con ella”.
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Japón es uno de los países que han registrado menos fallecidos por COVID-19, con 11.500 víctimas hasta la fecha. El portavoz del gobierno, Katsunobu Kato, ha insistido en que “el gobierno realiza todos los esfuerzos para que el pueblo japonés entienda que los Juegos se celebrarán de manera segura”.
Una “cuarentona” maldición
El exprimer ministro japonés Shinzo Abe le apostó todo para que su país organizara los Juegos Olímpicos 2020. Los llamó “los Juegos de la Recuperación”, y la idea era que su país se proyectara internacionalmente como la tercera economía más grande del mundo y dejara atrás los desastres de 2011: terremoto, tsunami y desastre nuclear de Fukushima.
Japón ya había organizado unos Juegos en 1964 y fueron un éxito, pero llegó la pandemia y el encuentro debió aplazarse; este año se realizarán, pero las proyecciones económicas ya no son las mismas y el evento no ha unido al país; ni tampoco lo ha proyectado a escala internacional.
Cabalistas dicen que es una maldición que se repite cada 40 años: en 1940 Japón iba a realizar los Juegos Olímpicos, pero la Segunda Guerra Mundial lo impidió; en 1980 los Juegos de Moscú fueron blanco de un boicot internacional por la invasión a Afganistán y en 2020 Japón debió aplazar por la pandemia.
Los números ya están en rojo: según la prensa japonesa; los JJOO le dejarán al país pérdidas por más de US$10 mil millones y se perderán más de 50.000 empleos. Los jóvenes son los menos entusiastas con la celebración de los Juegos.