Con unas horas de retraso, John Kerry -secretario de Estado del gobierno de Barack Obama- llegaba esta madrugada a la Argentina para mantener reuniones con Mauricio Macri y la canciller Susana Malcorra. El Gobierno buscará mostrarlo como una nueva señal de apoyo de Estados Unidos a las reformas implementadas por el Presidente en sus casi ocho meses de gestión.
La demora en el arribo no modificó hasta anoche la agenda de actividades previstas, informaron desde Cancillería. Kerry expondrá por la mañana en el hotel Sheraton, ante casi 200 empresarios de la Cámara Argentino Americana de Comercio. Luego, acompañado por Malcorra, hará una ofrenda floral en la Plaza San Martín y después será el tiempo de las reuniones: primero una a solas con Malcorra, luego otra ampliada con los equipos técnicos y antes del mediodía irá a la Casa Rosada para ser recibido por Macri. El secretario de Estado y la canciller volverán al Palacio San Martín para compartir un almuerzo.
“Es una continuidad de lo que se propuso el Presidente desde que asumió en cuanto a la relación, una nueva señal de apoyo al rumbo del Gobierno”, dijo a este diario un funcionario del Ejecutivo. Desde Cancillería dejaron trascender que podrían firmarse acuerdos, aunque hasta anoche no dieron una confirmación. En Washington adelantaron que uno de los motivos de la visita será “discutir la cooperación en asuntos regionales y globales”.
Con el punto más alto con la visita de Obama a la Argentina, en marzo, un buen número de funcionarios de Estados Unidos viajaron al país desde diciembre para firmar acuerdos. El Gobierno espera avances para mostrar anuncios de inversiones, aunque desde ambos países se expresaron con cautela en ese sentido.
En la Casa Rosada no descartaron que la cuestión Venezuela forme parte de las conversaciones entre el Presidente y Malcorra con Kerry, y evitaron considerar la visita un apoyo para la canciller de cara a otra votación mañana en la ONU para definir al sucesor de Ban Ki-Moon, más allá de que el encuentro caerá en un momento oportuno y no desalentarán las interpretaciones en ese sentido. También evitarán de manera explícita que el encuentro de Macri y Kerry funcione como un nuevo guiño del Presidente a Hillary Clinton, aunque funcionarios del Gobierno indicaron que a esta altura ya no es posible ocultar la “afinidad” con la candidata del Partido Demócrata.
Macri y Kerry volverán a verse en Río de Janeiro, en la cena de esta noche con otros jefes de Estado y representantes de más de 40 países que asistirán mañana a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos, en el Maracaná.
Con información de El Clarín