Emma Hulse, de 24 años, denunció un trato sexista por parte de la empresa que la había contratado. Dice que la despidieron por ser "demasiado bella".
Redacción El Político
"Se suponía que terminábamos a las seis -de la tarde- y yo llegué allí a las nueve y media y cuando llegué me explicaron lo que debía hacer. Me puse a trabajar pero mi agente me envió un mensaje diciéndome que ya no me necesitaban", explicó al diario británico Evening Standard
Además, Hulse explica que volvió para conocer el porqué del despido y que un gerente de primera línea le preguntó si era modelo, y si no estaba en las pasarelas.
"Estoy decepcionada porque me hayan enviado a casa. Realmente no sabía qué hacer", relata la joven. Según ella no iba de manera inapropiada para trabajar, tan solo los labios pintados, una camisa y pantalones, pero no fue suficiente para evitar que el hombre que la atendió, aparte de incitarla a trabajar como modelo, le propusiera ir a "tomar unas copas".
Dice que trabajó para diferentes compañías, pero que ninguna la despidió por su apariencia: "quizás esa empresa emplea personas de aspecto normal y que si no eres así, no te contratan. Tal vez yo fuera una distracción", señaló Hulse.