Al parecer, Biden tiene un par de joyas como hijos. Ashley Biden es acusada de deber alrededor de $5.000 en impuestos sobre la renta, según documentos de gravamen obtenidos por The Post este lunes.
El Político
La oficina del Departamento de Ingresos de Pensilvania en el condado de Filadelfia notificó a la hija del presidente que se le había impuesto un gravamen fiscal de $5,079 sobre su propiedad. Este aviso fue emitido el 1 de diciembre.
El período gravable mencionado en el gravamen comenzó el 1 de enero de 2015, cuando Joe Biden era vicepresidente en la administración Obama, y finalizó el 1 de enero de 2021, poco antes de su inauguración como presidente.
Según los registros presentados ante el Tribunal de Apelaciones Comunes de Filadelfia, Ashley Biden no realizó los pagos de impuestos correspondientes a los años 2015 y 2021, evadiendo $1,691 y $1,956 respectivamente. Como consecuencia, se le impusieron gravámenes por $2,736 y $2,249, además de una tarifa de presentación de $94,44.
Garrett Ziegler, fundador de la organización sin fines de lucro Marco Polo y ex asistente del presidente Trump, dijo lo siguiente: “La escala no se parece en nada a la de Hunter, pero… Joe habla constantemente de cómo las personas ricas y conectadas no pagan lo que les corresponde y no pueden hacerlo". "No puedo permitirme pagar más, y resulta que sus dos hijos vivos no pagaron sus impuestos”
“Este es sólo otro ejemplo de que los Biden son descuidados”, añadió.
Ashley es la menor de los hijos de Joe Biden y la única que tiene con la Primera Dama, Jill Biden. Si bien ha centrado su carrera principalmente en el activismo de trabajo social y la filantropía, también han despertado su interés a lo largo de los años.
Según su Liknedin, trabaja para el Centro de Justicia de Delaware, centrándose en la reforma de la justicia penal.
Acusaciones a Hunder Biden
El gravamen fiscal de Pensilvania fue publicado seis días antes de que su hermano, Hunter Biden, fuera acusado de nueve cargos de evasión de 1,4 millones de dólares en pagos de impuestos entre 2016 y 2019.
Dicha acusación incluye tres delitos graves de evasión fiscal y presentación de declaraciones falsas sobre sus ingresos personales y corporativos durante dos de esos años, y seis delitos menores por no pagar impuestos durante ese período.
El abogado especial David Weiss expresó que Hunder Biden “gastó millones de dólares en un estilo de vida extravagante en lugar de pagar sus impuestos”, incluidos pagos por “drogas, acompañantes y novias, hoteles de lujo y propiedades de alquiler, autos exóticos, ropa y otros artículos de un carácter personal, en fin, todo menos sus impuestos”, alega la acusación.
El primer hijo de Biden puede enfrentar hasta 17 años de prisión si es declarado culpable de todos los cargos.