Corea del Sur tendrá unas elecciones presidenciales sorpresas luego de la destitución de su presidente, Park Geun-hye, el 9 de marzo. La salida de la jefa de Estado fue ratificada tanto por el Parlamento como por el Tribunal Constitucional del país, luego de que se comprobaron sus vínculos con la trama de corrupción de la “Rasputina”.
Félix R. Gutiérrez Rodríguez / El Político
Aunque Corea del Sur está en un continente distinto al de Venezuela. Las razones que llevaron a Park Geun-hye a un juicio político son muy similares a las que expone hoy a la oposición venezolana para salir de su presidente, Nicolás Maduro.
El proceso que emprendieron contra la funcionaria fue consecuencia de los escándalos de corrupción de su amiga y asesora Choi Soon-sil, la popular “rasputina surcoreana”. La Corte Constitucional consideró que ambas están involucradas en la creación de dos fundaciones que se emplearon para extorsionar fondos a grandes empresas. Además acusaron a Choi de inferir en asuntos de Estado al tener acceso a documentos confidenciales.
A Park la despojaron de sus poderes por unanimidad de los ocho miembros de la Corte, y la medida fue ratificada por votación del poder legislativo de 234 contra 56 legisladores. Todo esto se presentó en medio de un clima de rechazo general: su popularidad llegó a su nivel más bajo desde que asumió el poder en febrero de 2017 (17.5%) y su rechazo alcanzó 89% de la población.
Estas circunstancias son las mismas que rodean al presidente Nicolás Maduro, quien tiene un nivel de apoyo por debajo de 20%, según las principales consultoras de opinión en el país, y enfrenta a casi 80% de los venezolanos, quienes quieren que salga del poder.
La corrupción también ha rodeado al mandatario venezolano. Muchas han sido las personas de su círculo de poder señaladas por corrupción, narcotráfico y hasta relación con grupos terroristas: el vicepresidente Tareck El Aissami; el ex presidente de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) Rafael Ramírez; los generales Henry Rangel Silva; el capitán de navío Rodríguez Chacía, y Francisco Flores y Efraín Campo Flores, sobrinos de la primera dama, Cilia Flores. Además no dejan de hacerse públicas irregularidades con el caso Odebrecht, la importación de alimentos y la asignación discriminatoria de divisas controladas por el Estado.
Sin embargo, a diferencia de Corea del Sur, la oposición venezolana no ha podido concretar en el escenario político las peticiones de los ciudadanos. Aunque la Asamblea Nacional, único poder controlado por la oposición, trató de realizar un juicio político contra Maduro a finales de 2016 al considerar que había abandonado el cargo, la medida no trascendió por obstrucción del Poder Judicial, que ha frustrado todas las acciones del Legislativo nacional.
El abogado constitucionalista Hermann Escarrá explicó las razones por las cuales el denominado juicio político no procedió.
“La declaratoria de la Asamblea para que se produzca el abandono del cargo, en el orden jurídico con todas sus consecuencias, requiere de un control de constitucionalidad, que quien lo ejerce es la sala constitucional del Tribunal Supremo de Justicia”, afirmó en un entrevista para Telesur.
El economista y analista petrolero Vladimir Adrianza también explicó que la figura del juicio político no existe en la Constitución venezolana y que para acusar de responsabilidad al presidente se necesita un antejuicio de mérito del Consejo Moral Republicano. “Posteriormente este debe ser introducido en el TSJ y de ser aprobado es cuando la Asamblea Nacional podrá encausar al presidente”.
Hasta los momentos, los esfuerzos de los opositores para salir de Maduro han sido inútiles ante un gobierno que, ellos mismos aseguran, tiene controlado el resto de los poderes públicos. Mientras tanto, en Corea del Sur, la oposición sí pudo dar respuesta al desencanto general para que su propia presidente pague ante la justicia hasta por 13 delitos, que van desde el soborno hasta el abuso del poder.
El juicio político de la mandataria Park es el tercero en el país, donde ya fueron sentenciados los ex jefes de Estado Chu Doo-Hwan y Roh Tae-woo, en 1996.