El publicista Edgardo Apesteguía, argentino radicado paraguay hace más de 35 años creó en el año 1994 una publicidad gráfica y audiovisual en la que aparecía la niña y el padre con la frase: “Hay cosas que el dinero no puede comprar, pero todo lo demás, se compra con Bancard”.
La obra tuvo una amplia difusión en los medios locales hasta que tres años después; en 1997, la empresa Mastercard lanzó su campaña a nivel mundial con el mismo eslogan, pero, adjudicó la creación a la compañía internacional publicitaria McCann Erickson.
A raíz de esto, en 2010, Apesteguía entabló una demanda contra MasterCard y McCann Erickson por el plagio de la publicidad y reclama derechos morales de creación y una indemnización de por lo menos $ 120 millones.
MasterCard alegó falta de acción y prescripción simultáneamente. En primera instancia se resolvió que los demandantes tenían acción, porque hubo un reconocimiento tácito del derecho al plantear la prescripción, con lo cual solo discutían el tiempo transcurrido para promover la demanda de indemnización de daños.
En segunda instancia el tribunal difirió el estudio de la prescripción para la sentencia porque la indemnización estaba vinculada al reconocimiento de la paternidad de la obra que debía tramitarse conjuntamente y abrirse la causa a prueba.
La decisión de segunda instancia fue apelada por MasterCard y el recurso les fue denegado, entonces recurrieron en queja ante la Sala Civil de la Corte y al mismo tiempo presentaron inconstitucionalidad ante la Sala Constitucional, integrada entonces por los ministros Víctor Núñez, Sindulfo Blanco (por inhibición de Gladys Bareiro) y Antonio Fretes.
Pese a que la inconstitucionalidad fue presentada fuera de plazo, el ministro Fretes admitió la acción cuando debió inhibirse por tener causales de excusación con uno de los abogados de Apesteguía, pero se inhibió recién después de otorgarle el trámite a la acción.
En medio del proceso se mencionó además de una abierta injerencia de la Embajada de los EE.UU. a través de un funcionario de nombre Ken Roig, quien presionó para que los jueces beneficien a MasterCard y McCann Erickson
Incluso en el año 2011, el ministro Fretes y el fiscal general del Estado, Javier Díaz Verón, se habrían reunido con representantes de las firmas MasterCard y McCann Erickson en EEUU.
Pero ahí no termina la cosa, en febrero de 2012, una delegación de abogados y representantes de las firmas demandadas, que vinieron a Asunción y organizaron algunas reuniones en el Hotel La Misión, acompañados de funcionarios de la Embajada, también habrían visitado el noveno piso del Palacio de Justicia, según datos manejados por el estudio jurídico demandante.
Según se supo, en una de esas reuniones, los directivos y abogados de Mastercard convocaron a Carlos Ramos, un funcionario de la firma Bancard SA, quien se desempeñaba como gerente en la época en que fue lanzada la famosa publicidad de Apesteguía, fue presionado para que firme una declaración falsa o sin sustento real para hacer frente a la demanda. Ante su negativa a participar de este ilícito, el funcionario de Bancard SA quien tenía más de 20 años de antigüedad en la empresa, fue víctima de un asedio y hostigamiento por parte de sus superiores, hasta que fue desvinculado de la firma.
Actualmente, Carlos Ramos entabló una demanda de indemnización de daños por acoso laboral, despido abusivo, pérdida de chance y daño moral contra la firma Bancard SA. con lo cual se abre otra arista de este caso que ya lleva años de litigio en el que están en juego más de 120 millones de dólares.
Con información