Este martes, el juzgado de ejecuciones penales de Curitiba rechazó la petición hecha por una veintena de políticos que esperaban visitar al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva en la celda, en esa ciudad del sur de Brasil para cumplir la condena de 12 años por corrupción.
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Por su parte, la jueza Carolina Moura Lebbos afirmó que no se puede adaptar el régimen de visitas a las personas que están detenidas en la sede de la Policía Federal de Curitiba, para beneficio exclusivo a uno de los presos.
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Así mismo, los líderes del Partido de los Trabajadores (PT) decidieron trasladar de manera provisional la sede de la dirección de la formación a Curitiba, al cual han llegado diversos dirigentes en los últimos días.
La lista contenía a los gobernadores de diez estados, en su mayoría procedentes del nordeste, la región más pobre de Brasil y en donde Lula nació, así como a varios dirigentes del PT, incluyendo los senadores Gleisi Hoffmann, su presidenta, y Lindbergh Farias.
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El juez Sergio Moro, que condenó a Lula y ordenó su detención el pasado jueves, aclaró que a Lula por el alto cargo que ocupó, le fue concedida una celda especial de 15 metros cuadrados, que cuenta con baño privado, en la que estará aislado de todos los demás presos, y que también recibió el derecho a disfrutar de un televisor.
De igual manera, la edificación policial está bajo una estricta vigilancia, con bloqueos policiales a unos 100 metros, impidiendo que se acerquen los cientos de seguidores de Lula.
Con información: La Patilla
