Robert F. Kennedy Jr tiene parte del carisma de su familia y parte del don para ganar antipatías. Aunque su opción para ser el candidato presidencial demócrata en 2024 no parece tener ningún chance, puede impactar en las aspiraciones de Joe Biden para ser el abanderado. Analistas señalan que Kennedy "está ganando una sorprendente tracción" pese a que el partido nacional lo considera poco relevante.
El Político
Kennedy anunció su candidatura en abril y generó debate. Su figura es polémica y la manera en la que aborda temas relevantes para Estados Unidos le gana enemigos. Lo consideran un antivacunas y él dice que no lo es. Está en las filas demócratas, pero no se lleva bien con los líderes.
Robert F. Kennedy Jr. apoyó a Hillary Clinton para la presidencia en 2016. De ahí en adelante, se distanció de las altas esferas del partido. Es sobrino del expresidente John F. Kennedy e hijo del exfiscal general Robert F. Kennedy.
RFK Jr. era un reconocido abogado de justicia ambiental. Su hoja de vida destacaba como un logro que ayudó a limpiar el río Hudson de Nueva York, una tarea indudablemente relevante.
Perdió a demócratas y ganó a millonarios
Su caída en desgracia, al menos dentro de los demócratas, vino con la vacuna contra el Covid-19. No estuvo de acuerdo con ella, lo llamaron conspiranóico y hasta la familia marcó distancia. Sin embargo, eso lo llevó a ganar elogios de prominentes figuras de derecha y multimillonarios de Silicon Valley, señala un análisis de VOX.
Su campaña se basa en poner fin a lo que, según él, es la “fusión corrupta del poder estatal y corporativo, que ahora amenaza con imponer un nuevo tipo de feudalismo corporativo en nuestro país”. Al menos eso dijo en el discurso de anuncio de su candidatura en el cual admitió que no es "un candidato presidencial ideal".
Hay quienes dicen que parece un republicano y el propio Kennedy ha reconocido que sus ideas pueden generar controversia. “No soy una de esas personas que dicen que tengo que tener cuidado porque algún día voy a estar en la Casa Blanca”, señaló en abril.
El impacto en la campaña de Biden
Sin embargo, Kennedy parece haber llegado con su mensaje a algunos votantes demócratas. En sondeos como los realizados en junio por The Economist y YouGov logró una calificación neta de favorabilidad de 19 puntos porcentuales. Sin embargo, aún no se acerca en la intención de voto a los números del presidente y aspirante a la candidatura demócrata Joe Biden.
Su popularidad se interpreta como un reflejo del hecho de que los estadounidenses aún veneran el apellido Kennedy. Por ese motivo estarían dispuestos a darle una oportunidad debido a su lugar en una dinastía política histórica, incluso si no saben mucho sobre su plataforma.
También podría ser una señal de las dificultades de Biden para defender su historial, particularmente en la economía, ante un partido en busca de sangre nueva. En una encuesta de abril de Associated Press/NORC, la mayoría de los demócratas dijeron que no querían que volviera a postularse, pero que lo respaldarían en una elección general si llegara el caso.
Actualmente, Biden no enfrenta ninguna amenaza real de Kennedy cuando se trata de ganar la nominación de su partido. Pero Kennedy podría resultar una distracción dañina, señalan los analistas.
Biden no debatirá con Kennedy ni con ninguno de los aspirantes demócratas. Esa es la norma en una elección primaria en la que un titular se postula para la reelección. Si lo hiciera, un debate revelaría marcadas diferencias entre ellos y no es predecible quién ganaría y quién perdería electores.
Fuente: Vox