El ex secretario de Estado de EEUU John Kerry ofreció a Israel un acuerdo regional de paz en una cumbre secreta hace cerca de un año en la que participaron el primer ministro, Benjamín Netanyahu; el presidente de Egipto, Abdelfatah Al Sisi, y el rey de Jordania, Abdala, revela hoy el diario Haaretz.
El encuentro, celebrado en el más absoluto secreto en la ciudad jordana de Aqaba, incluía el reconocimiento de Israel como Estado judío y la reanudación de negociaciones de paz con los palestinos con el apoyo de los países árabes, según el periódico.
La propuesta, basada en los principios internacionales aceptados de dos estados para dos pueblos con reajustes fronterizos en base a las líneas de 1967, fue rechazada por Netanyahu con el argumento de que no tenía posibilidad de que lo aprobase su actual Gobierno, marcado por una fuerte presencia de políticos anexionistas de partes de Cisjordania.
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Sin embargo, Haaretz revela que, poco después, el primer ministro israelí intentó un reajuste en su Gobierno para que se incorporase el partido de centro-izquierda Unión Sionista, aunque los contactos no condujeron a nada.
Los detalles de la cumbre secreta de Aqaba fueron revelados a Haaretz por ex altos funcionarios en la Administración de Barack Obama que pidieron no ser identificados.
La cumbre fue una iniciativa de Kerry, después del fracaso de las negociaciones israelo-palestinas de 2014 y del histórico acuerdo con Irán para limitar su programa nuclear.
Después de ese pacto internacional, Kerry retomó los esfuerzos de paz en el conflicto palestino-israelí hacia finales de 2015, en coincidencia con una ola de violencia en la que murieron 249 palestinos, dos tercios de ellos en ataques que causaron 42 muertos israelíes y 4 extranjeros.
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Según el diario, que detalla una larga serie de encuentros y contactos diplomáticos entre octubre de 2015 y febrero de 2016 para sacar adelante la cumbre, los palestinos estaban al tanto de los esfuerzos de EEUU y horas antes mantuvo en Amán una reunión con el líder palestino, Mahmud Abás.
La fórmula consistía en fomentar un acercamiento entre Israel y los países árabes más próximos a Washington, de forma que estos avalasen un proceso de paz.
Debido a su complicada situación política interna israelí -con un Likud cada vez más derechista y un gobierno de formaciones ultranacionalistas- Netanyahu acabó abandonando la iniciativa, pero desde entonces aboga por la fórmula establecida por Kerry de una paz de afuera hacia adentro, es decir, primero con el mundo árabe y después con los palestinos.
EFE