Kim Jong-Un pidió emprender otra “ardua marcha” para luchar contra las graves dificultades económicas, comparándolas por primera vez con la hambruna que causó cientos de miles de muertes en la década de 1990.
El Político
El líder de Corea del Norte indicó a principios de semana que el país enfrenta la “peor situación de su historia” debido a varios factores.
Mencionó la pandemia del coronavirus, las sanciones internacionales encabezadas por Estados Unidos y los desastres naturales del pasado verano.
Pero es la primera vez que la equipara públicamente con la letal hambruna.
Los grupos que monitorean la hermética nación no han detectado indicios de hambruna masiva o de un desastre humanitario.
Pero los comentarios del líder sugieren lo grave que considera que son las dificultades actuales, que según observadores extranjeros son la mayor prueba en sus 9 años en el gobierno.
Muchos obstáculos por delante
Kim dijo que “tenemos muchos obstáculos y dificultades por delante, y por eso nuestra lucha por llevar a cabo las decisiones del 8vo Congreso del Partido no será sencilla”
Así lo manifestó ante miembros del partido gobernante el jueves, según la Agencia Central de Noticias de Corea.
“He decidido pedir a las organizaciones del PTC y a todos los niveles que libren otra ‘ardua marcha’ más difícil para aliviar a nuestro pueblo de las dificultades, aunque sea un poco”, agregó el mandatario.
El mandatario incluyó al Comité Central y a todos los secretarios de célula del todo el partido,
Kim pronunció el discurso en la clausura de un congreso con miles de miembros de base de la formación, llamados secretarios de célula.
En su intervención al inicio de la reunión, Kim dijo que mejorar la vida de la población ante la “peor situación de la historia” dependería de las células.
Durante el congreso del partido en enero, Kim ordenó a los funcionarios que armen una economía autosuficiente más sólida, reducir la dependencia de las importaciones y fabricar más bienes de consumo.
Décadas de mala gestión
Pero, según los analistas, los problemas norcoreanos son el resultado de décadas de mala gestión, de un aislamiento autoimpuesto y de sanciones por su programa nuclear.
Los datos de China muestran que el comercio entre el Norte y el gigante asiático, su principal socio comercial y benefactor, se redujo en alrededor del 80% el año pasado.
Ello tras la decisión de Pyongyang de cerrar sus fronteras como parte de sus medidas contra el coronavirus.
Los expertos dicen que Corea del Norte no tiene otra opción porque un brote de COVID-19 podría tener graves consecuencias sobre su frágil sistema de salud pública.
Dependiente de la ayuda internacional
Durante años, Corea del Norte dependió de la ayuda internacional tras la hambruna de mediados de la década de 1990, que se precipitó por la pérdida de las ayudas soviéticas, la mala gestión y los desastres naturales.
El número de fallecidos por la tragedia no está claro y varía desde cientos de miles a dos o tres millones de personas.
Algunos expertos dicen que las dificultades actuales no derivarán en otra hambruna porque China no permitirá que eso ocurra.
Sostienen que Beijing está preocupado por la llegada masiva de refugiados a través de su frontera o por el establecimiento de una Corea unificada y proEstados Unidos a sus puertas.
Fuente: ApNews