La dinámica económica del empresariado venezolano está cambiando. Esta va desde las imposiciones fiscales, los efectos en la cadena de suministros, las expectativas de la fuerza de trabajo, hasta el comportamiento de los consumidores.
Mario A. Beroes Ríos/El Político
Esta "dinámica" obliga al sector empresarial venezolano adaptarse a una estructura de mercado con baja capacidad productiva, escaso financiamiento, mayor presión tributaria y un incremento de la demanda.
Lo anterior es la última encuesta realizada al sector empresarial criollo por la empresa KPMG, "La empresa venezolana en 2022: Visión Venezuela", donde se concluye de "la necesidad que tienen las empresas de contar con una visión integral de su estrategia y que ésta se mantenga en continua revisión".
2022: Visión positiva
Ante un panorama de crecimiento de la economía venezolana, las empresas tienen una visión positiva en cuanto al rendimiento esperado para 2022.
Se espera que este año los desafíos no estén relacionados con una contracción continua de la economía, sino a adaptarse a una estructura de mercado con baja capacidad productiva, escaso financiamiento, mayor presión
tributaria y un incremento de la demanda.
Las perspectivas proyectan que la economía del país crecería 8,6% en 2022 con una tasa de inflación anual
estimada de 225%, según el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales de la Universidad Católica Andrés Bello (IIES UCAB).
A pesar de que este crecimiento aún no llevaría a la economía venezolana a sus niveles prepandemia, se pueden observar señales de mejora con respecto a los últimos dos años.
Además, la pérdida de poder de compra sigue siendo uno de los mayores desafíos y preocupaciones.
Reforma e incentivos fiscales
El estudio de KPMG explica que "se visualiza la necesidad de una reforma fiscal para dar una mayor racionalidad al sistema tributario, así como el otorgamiento de incentivos fiscales para el sector productivo nacional, una mayor reducción del encaje legal y por ende la generación de créditos en divisas.
"Además, la transformación sostenible y los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) son cada vez más demandados a escala mundial y más considerados a la hora de realizar inversiones".
"Por lo tanto, es importante que las empresas venezolanas aborden estos aspectos y hagan de ellos un punto fundamental para considerar esta perspectiva en su matriz de riesgos, así como en su estrategia organizacional".
El estudio explica que dicho contexto ha llevado a las empresas venezolanas a desarrollar una gran capacidad de reacción y de establecer nuevas estrategias, adaptándose al entorno actual.
Las organizaciones se están enfocando en la transformación digital, la optimización operativa y en el incremento de los sueldos y salarios de la fuerza de trabajo.
Recomendación
Como recomendación, es de gran importancia que las compañías sigan avanzando en la definición de sus nichos de mercado, la comprensión del comportamiento de los consumidores, la optimización de los procesos y la estrategia de costos y precios, con la finalidad de aprovechar el incremento del consumo local.
De igual manera, "es fundamental la revisión continua de las estrategias de retención del talento, ante un mercado cada vez más competitivo, así como innovar no solo con enfoque en el cliente y en la optimización de los procesos, sino también en el desarrollo de habilidades dinámicas que permitan a las empresas evolucionar en sus modelos de negocio".