En América Latina la mayoría de las personas creen pertenecer a la llamada clase media, esa que no vive en un puente pero tampoco en una mansión, pero tiene aspiraciones de estabilidad económica y comodidades.
El Político
A pesar de que muchas de las protestas son promovidas por sectores de izquierda orientados desde el Foro de Sao Paolo, la verdad es que
latinoamérica ha sido escenario de protestas en las últimas semanas, porque la mayoría de la gente siente que no puede estudiar y no le alcanza el dinero para cubrir sus necesidades.
Los manifestantes exigen mejores condiciones de vida para la población, incluyendo reclamos por los sistemas de pensiones, salud, educación y una canasta básica más asequible.
En algunos casos, la llamada "clase media" ha tenido un rol importante en las manifestaciones y se ha hecho parte de un descontento más generalizado.
Aparentemente todos somos clase media, ya sea porque el salario no te califica como pobre o porque -como suele decir la sociología- te sientes con una identidad de clase media, independiente de los ingresos que recibes, o porque tienes un buen nivel de estudios.
En los estudios de organismos internacionales, las clases sociales suelen clasificarse en relación a los ingresos. Sin embargo, los expertos están tratando de ampliar las mediciones para tener una fotografía más precisa de quiénes son las personas que pertenecen a cada estrato.
"El ingreso no nos permite ver las aspiraciones", explica Sebastián Nieto, jefe de la Unidad América Latina, del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Cerca del 40% de la población latinoamericana pertenece a la clase media vulnerable según la OCDE.
"Con el relato de la meritocracia muchos creen que son clase media, pero en realidad pertenecen a sectores populares", dice Emmanuelle Barozet, académica de la Universidad de Chile e investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (COES).
Estos son algunos de los mitos en relación a la clase media en América Latina.
"No hay una sola clase media"
Laís Abramo, directora de la División de Desarrollo Social de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL asegura que el concepto de clase es más complejo, la CEPAL prefiere referirse a los "estratos de ingresos medios", para medir y comparar los distintos grupos desde el punto de vista de los recursos económicos.
Reconoce tres
Hay un estrato "bajo no pobre", que suele aparecer en las estadísticas como clase media, pero que no lo es.
Pero hay un cuarto grupo que está en una especie de limbo: el estrato bajo no pobre, que no es clase media, ni tampoco pobre.
Desde la perspectiva de la OCDE, tampoco existe una sola clase media.
Se compone más bien de dos grandes categorías: la clase media consolidada (que vive con ingresos de entre US$13 y US$70 al día) y la clase media vulnerable (cuyo ingreso va desde los US$5,5 a los US$13).
"No hay un consenso para medir a las clases medias", le dice a BBC Mundo Marcos Robles, economista senior de Investigación, Sector Social, en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
"Este grupo ha sido analizado considerando diversas dimensiones, como los ingresos, los activos poseídos, el tipo de ocupación, la escolaridad o el consumo".
Pero si miramos exclusivamente los ingresos, explica, una familia latinoamericana de cuatro miembros es considerada de clase media si su ingreso anual está entre los US$18.104 y los US$90.520.
Cada país fija una línea de pobreza. Si estás bajo esa línea eres considerado pobre y si estás por encima de esa línea… ¿eres clase media? La respuesta de los especialistas es que no es un salto automático.
De hecho, quienes superan la línea de la pobreza quedan expuestos a caer otra vez ante cualquier imprevisto, como la enfermedad de un pariente o el desempleo.
Según la CEPAL, un 25% de la gente en América Latina pertenece a este estrato bajo no pobre, que no ingresa a la categoría de clase media.
Y de acuerdo a la OCDE, cerca del 40% de la población pertenece a la clase media vulnerable.
Es decir, superar la pobreza no es necesariamente una garantía de bienestar.Por eso, explica Sebastián Nieto de la OCDE, es importante consolidar la clase media para "superar la trampa de la vulnerabilidad social".
Cada día crecen las expectativas
Y así como la clase media ha crecido en su conjunto (desde un 22% a un 37% en las últimas dos décadas), también han aumentado sus expectativas.
¿Una nueva "década perdida" en América Latina? Qué tiene que ver la economía con la ola de protestas que sacude la región ."Lo que ha cambiado es la percepción de la clase media y sus aspiraciones", apunta.
"Hoy en día tenemos una clase media más exigente frente a las instituciones, con menor credibilidad en los gobiernos, el poder legislativo y el judicial y que quiere mejores servicios públicos como la salud, la educación o el trasporte", agrega.
"Lo que hemos visto en América Latina es que esas aspiraciones han ido creciendo a una velocidad más rápida que la respuesta del Estado".
Aunque el nivel de ingresos es una parte esencial en la definición de las clases sociales, no es la única medida relevante.
Emmanuelle Barozet señala que en la sociología se utiliza con frecuencia el análisis del tipo de ocupación."Es importante mirar la educación, el tipo de trabajo y el nivel de autoridad que tiene una persona en su empleo", apunta Bazoret como algunos elementos que sirven para definir la clase social a la que pertenece.
Personas que tradicionalmente pertenecían a sectores populares, ahora pertenecen a la clase media vulnerable.
Cuando se trata de la clase media en América Latina, estamos hablando de personas con educación técnica o superior (en el caso de los más jóvenes) que trabajan en ocupaciones no manuales, que suelen ser técnicos o profesionales.
Y en el caso de la clase media alta, las personas están más cerca de la toma de decisiones, sin ser parte de la elite.
En el imaginario, la gente identifica a la clase media como "alguien que tiene casita propia, un auto, que no tiene un mal sueldo, que puede cubrir sus gastos de salud y educación y que no tiene una vida con muchas complicaciones".
"El problema es que hay una gran franja vulnerable que queda fuera de ese imaginario".
Esa franja vulnerable es considerada clase media por las definiciones más usadas internacionalmente, "Pero en realidad son lo que tradicionalmente llamábamos sectores populares".
Es gente con trabajos precarios, explica, y con problemas para satisfacer sus necesidades de salud, educación y para enfrentar la vejez.
"En América Latina tenemos malos sistemas de protección social, por lo tanto cuando las familias vulnerables o de sectores populares enfrentan un evento inesperado, retroceden".
Sin hospitales, sin seguridad social, con delincuencia, las familias están lejos de ser de clase media, a esto se suma la falta de empresas sólidas que garanticen estabilidad laboral, la poderosa clase media es cada vez más débil.