Los más recientes informes de inteligencia colombianos aseguran que los actores de los Grupos Armados Organizados Residuales (GAOR) actualmente protagonizan un conflicto armado interno en territorio colombiano e incluso venezolano, especialmente en el estado occidental fronterizo de Apure. Ya que se disputan principalmente el control territorial y ejecutan actividades ilegales en sus zonas de influencia. Y para ello emplean la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal. No cuentan con el reconocimiento político del gobierno colombiano ni del partido político Comunes, conformado por los exguerrilleros de las FARC-EP. Estos sí se desmovilizaron y se reincorporaron a la vida civil.
El Político
Dicha disidencia constituye un problema político y social en ambas naciones suramericanas en pleno auge. Y que salpica a otras naciones centroamericanas e incluso a Estados Unidos. En efecto, recién este jueves el gobierno colombiano confirmó que un funcionario de la ONU fue secuestrado, según afirman, por la disidencia de las FARC. La versión de la cadena de noticias CNN señala que el ministro del Interior de Colombia, Juan Fernando Cristo, y el ministro para el posconflicto, Rafael Pardo, confirmaron a Caracol Radio el secuestro y adelantaron que en breve será liberado.
En 2016 cuando se suscribió el acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla algunos frentes decidieron no acogerse a lo pactado. Según la Procuraduría de Colombia, se trata del Frente 1 “Armando Ríos” y el Frente 7, los cuales operan en los departamentos colombianos de Meta y Guaviare. Estos son responsables de gran parte de las actividades de narcotráfico y minería criminal que realizan las FARC. Se estima que el Frente 1 tiene aproximadamente 450 miembros, mientras el Frente 7 unos 300 combatientes, y no mucho más como pretende hacerse ver. En conjunto representan algo menos del 30% de los guerrilleros del Bloque Oriental, el más grande las FARC.
Ante su evidente y confirmada presencia, las autoridades no contemplan otorgarles beneficios jurídicos o sociales, ya que como prosiguen al margen de la ley, serán duramente perseguidos. Además, se tiene conocimiento de que adoptan un temerario comportamiento contrario a las determinaciones de la Dirección Nacional de las FARC. Y además chocan frontalmente con los anhelos de paz del pueblo colombiano.
Todo indica que en Venezuela, confirman @BluRadioCo y @ELTIEMPO, cayó muerto "Romaña" (der.). Se suma a "El Paisa" (medio) y a "Jesús Santrich".
Son tres de los principales cabecillas de la disidencia Segunda Marquetalia, que lidera "Iván Márquez" y se conformó en 2019.
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— La Silla Vacía (@lasillavacia) December 7, 2021
Los tentáculos de las FARC
La Fundación Ideas para la Paz (FIP), un centro de pensamiento independiente creado en 1999 por un grupo de empresarios colombianos, hace seguimiento constante a los movimientos de las FARC. En uno de sus más recientes reportes, titulado “Trayectorias y dinámicas territoriales de las disidencias de las FARC”, estima que en Colombia opera un grupo con cerca de mil 200 disidentes, aunque fuentes extraoficiales señalan que podrían llegar a ser mil 500.
El tránsito de la guerra a la paz es un proceso complejo, y en el caso de las FARC hay determinantes que lo agudizan. Entre ellos, un conjunto de mandos medios con capacidad de coordinación e influencia. Así como con gran presencia territorial, reivindicaciones políticas que siguen vigentes, y una estrecha relación con economías criminales (principalmente del narcotráfico). Por eso, la decisión de abandonar la lucha armada y la criminalidad no ha sido homogénea. Desde mediados de 2016 se han venido consolidando un conjunto de disidencias que cuentan con un itinerario propio.
FIP considera que en la medida que avanza la implementación del Acuerdo, el poder y capacidad de desestabilización de estos grupos se ha incrementado. Hasta el punto de que, si no se toman las decisiones correctas, pueden llegar a constituirse en una verdadera amenaza para la estabilidad de la paz. Varias de estas disidencias se han comenzado a transformar en un problema binacional y su actuar inquieta a los territorios de Ecuador y Venezuela.
En su análisis considera que es importante comprender el desarrollo del fenómeno de las disidencias en los meses que vienen. Hasta el momento en que se publica este informe, no es posible saber si estos grupos —que hoy responden a realidades territoriales concretas— avanzan hacia un mecanismo de coordinación. Ni tampoco si se reivindicarán como voceros de un propósito político para justificar su actuación irregular.
¿Disidencia en las FARC? Frente 1 dice que no se desmoviliza https://t.co/tyjs6iGC3l pic.twitter.com/cZABI9WVCH
— Noticias Caracol (@NoticiasCaracol) July 7, 2016
FIP: Problema de las FARC precisa una respuesta necesariamente institucional
La FIP sostiene que se han logrado importantes resultados operacionales en términos de capturas, muertes e incautaciones. Pero cree que el enfoque de estas acciones, centrado en la neutralización de sus cabecillas y en la desarticulación de sus estructuras de mando y control, no es suficiente. Entre otras cosas porque deja de lado factores de tipo geográfico, económico, político y social que favorecen su continuidad.
Precisa que el hecho de que se haya pasado de un solo grupo en dos departamentos, a casi 18 estructuras en diferentes zonas de 13 departamentos, demuestra que estos grupos se han venido expandiendo y fortaleciendo. Y que resulta necesario revisar la respuesta institucional para seguir avanzando con mayor contundencia en su efectiva desarticulación.
Fuentes: CNN / Fundación Ideas para la Paz (FIP)