La economía de Estados Unidos continúa mostrando resistencia ante las subidas de los tipos de interés, superando las expectativas.
Gonzalo Morales Divo / El Político
Durante el primer trimestre del año, el Producto Interior Bruto (PIB) experimentó un crecimiento del 0,5%, superando las estimaciones previas que señalaban un crecimiento trimestral del 0,3%.
La Reserva Federal ha estado implementando incrementos en los tipos de interés con el objetivo de enfriar la economía y controlar la inflación.
En aproximadamente un año, han elevado los tipos en 5 puntos. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, busca un aterrizaje suave para lograr la estabilidad de precios sin caer en una recesión.
Sin embargo, hasta el momento, no se ha logrado alcanzar ese aterrizaje suave deseado.
El primer trimestre de Estados Unidos experimentó una notable revisión al alza en su Producto Interno Bruto (PIB), con una tasa anualizada del 2%, según los datos publicados el jueves.
La revisión actualizada del PIB por parte de la Oficina de Análisis Económico reflejó mejoras en las exportaciones y el gasto de los consumidores.
El gasto de los hogares, impulsor clave de la economía estadounidense, creció a una tasa del 4,2%, alcanzando su nivel más alto en casi dos años, gracias a un ajuste al alza en los gastos en servicios.
Por otro lado, los principales indicadores de inflación seguidos de cerca por la Reserva Federal sufrieron una ligera revisión a la baja.
El índice de precios de los gastos de consumo personal, excluyendo alimentos y energía, aumentó un 4,9% en el primer trimestre.
Altas y bajas
Sin embargo, el ingreso interno bruto, otro indicador clave de la actividad económica, mostró una perspectiva diferente.
Aunque hubo una mejora en comparación con la estimación anterior, este indicador experimentó una caída del 1,8% en el primer trimestre, marcando su segundo descenso consecutivo.
En promedio, considerando tanto el ingreso interno bruto como el PIB, la economía creció solo un 0,1%.
A pesar de las medidas adoptadas para enfriar la economía, esta sigue generando empleo a un ritmo impresionante, superando las expectativas mes tras mes.
En lo que va del año, se han creado en promedio 314.000 puestos de trabajo al mes, y la tasa de desempleo se mantiene cerca de su nivel más bajo en medio siglo, situándose en un 3,7%.
El PIB ha experimentado tres trimestres consecutivos de crecimiento, y el crecimiento del 0,5% en el primer trimestre de 2023 se acerca al 0,6% registrado en el último trimestre de 2022.
El incremento de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal ha llevado a un aumento en los costes de las hipotecas, préstamos para automóviles y otros bienes duraderos, tarjetas de crédito y préstamos a empresas.
No obstante, los ahorros acumulados durante la pandemia han ayudado a compensar en cierta medida este efecto. A pesar de las expectativas de una recesión, muchos economistas siguen esperando que esta no se materialice.
Incluso Joe Biden, ha bromeado sobre el tema, indicando que ha escuchado durante meses que habrá una recesión el próximo mes, pero él no cree que eso vaya a ocurrir.
Biden busca atribuirse el mérito de la creación récord de empleo durante su mandato, especialmente ahora que la inflación se ha moderado.
Sin embargo, los votantes siguen evaluando negativamente su gestión y los republicanos no cesan de contradecir sus logros.
No obstante…
Aunque la pérdida de poder adquisitivo sigue siendo un problema para los ciudadanos, los indicadores macroeconómicos son favorables.
La revisión al alza del PIB anunciada por la Oficina de Análisis Económico del Departamento de Comercio se debe principalmente a la fortaleza del consumo y a un aumento en las exportaciones, que resultaron ser mayores de lo calculado anteriormente.
A pesar de que el sector de la construcción de viviendas sigue siendo un lastre para la economía, el crecimiento del PIB en el primer trimestre refleja incrementos en el gasto de los consumidores (a una tasa anualizada del 4,2%), las exportaciones, el gasto público a diferentes niveles y la inversión fija no residencial.
Estos aumentos se vieron parcialmente compensados por reducciones en la inversión en existencias privadas y la inversión foránea.
Aunque no hay un grito de triunfo, tampoco se oyen críticas sonoras a la gestión económica bajo Biden. Se podría decir que entre los apologistas y los detractores hay una especie de empate técnico.