La Fiscalía francesa reclamó hoy la absolución de la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en el juicio contra ella por negligencia en su gestión cuando era ministra francesa de Finanzas, durante el mandato de Nicolas Sarkozy.
El fiscal Jean-Claude Marin subrayó ante la Corte de Justicia de la República que el proceso, que comenzó el pasado lunes, no ha permitido establecer certidumbres para que se pueda imponer a Lagarde una condena penal, y dio a entender que lo único que se le podría reprochar sería una "responsabilidad política".
Marin se reafirmó en la posición del Ministerio Público, que durante la fase de instrucción había solicitado el archivo del procedimiento contra la exministra, e hizo hincapié en que este juicio "está en el límite de lo político y lo judicial".
La inculpación por negligencia tiene que ver con la decisión de Lagarde en 2007 de decretar un arbitraje -en lugar de recurrir a la justicia ordinaria- para solucionar un contencioso que se arrastraba desde los años 90 con el empresario Bernard Tapie por la venta de Adidas por Crédit Lyonnais, que entonces era un banco público.
El fiscal consideró que lo que se le reprocha no es la inacción en la gestión del contencioso, sino en todo caso "haber actuado y equivocarse".
A ese respecto, añadió que corresponderá al tribunal (compuesto por tres jueces y doce parlamentarios, el único competente para juzgar a ministros por el ejercicio de sus funciones) determinar si tuvo una acción negligente "deliberada" o si tomó una decisión que solo puede analizarse bajo el prisma de la responsabilidad política.
"Es un proceso atípico porque es un proceso político penal sin acusación" y que "parece totalmente incomprensible", dijo el fiscal.
Además, destacó que el FMI ha manifestado repetidamente a Lagarde su apoyo con conocimiento del dossier que pesa sobre ella y que, en caso de ser considerada culpable, podría suponerle una pena de hasta un año de cárcel y 15.000 euros de multa.
Marin repitió que durante la instrucción no se aportaron "cargas suficientes" para encausar a la que fue ministra de Finanzas en Francia desde el verano de 2007 y hasta su nombramiento al frente del FMI en 2011.
Aquel arbitraje dio lugar a una controvertida decisión favorable al empresario -próximo a Sarkozy- que tuvo un costo para el Estado francés de 403 millones de euros y que supuso el reconocimiento de un perjuicio moral para Tapie de 45 millones de euros.
Lagarde no sólo apostó por el arbitraje contra la opinión de la Agencia de Participaciones Estatales (APE), sino que no recurrió ese dictamen de los árbitros, pese a algunos informes que le aconsejaban hacerlo dentro de su propio departamento.
El juicio terminará previsiblemente el lunes o el martes de la semana próxima y será entonces cuando se conozca el veredicto.
Con información de EFE