Venezuela debe ostentar el récord Guinness en lo que se refiere a sistemas para la compra y venta de divisas, que van desde Cadivi, Sitme, Sicad I, Sicad II, Simadi, Dipro, Dicom y, por supuesto, el último para intentar frenar el dólar y detener la inflación. Todo inútil.
Apolinar Martínez/El Político
Cada tres o cuatro semanas el presidente Maduro anuncia que ha encontrado un sistema, este si cada vez, que le permitirá a los venezolanos acabar con la especulación que se hace con Dólar Today, por supuesto, según él, responsable de la enorme especulación que azota al país.
Cadivi, el Sitme, Sicad I, Sicad II, Simadi, Dipro, Dicom, han sido algunos de estos sistemas que murieron casi antes de nacer. Pero además eso ha sido acompañado de unas monedas que también mueren con cada experimento.
El Petro la salvación
Y de pronto surge la idea formidable: Se crearía una moneda virtual venezolana, similar la Bitcoin, con el respaldo del petróleo y los recursos naturales del gobierno: El Petro
La criptomoneda tiene el propósito de servir como un sustituto de la moneda Bolívar en quiebra, que se ha erosionado por la hiperinflación, ayuda a esquivar las sanciones de los EE. UU. y otorga al país sudamericano acceso a la financiación internacional.
Al fin se había encontrado la manera de ponerle freno a las sanciones impuestas por Estados Unidos. Fuera el dólar.
Hasta los rusos pensaron el petrorrublo
Vladimir Putin, a quien se menciona como responsable de haberle brindado la idea a Maduro, aunque lo niega, presuroso por apoyar a su aliado venezolano, presentó al parlamento ruso el proyecto del petrorrublo. Con el cual comerciar, dejando de lado al dólar.
Fracasado anunciado
Los economistas y expertos en la materia insistieron en que la economía nacional ya no soporta más un control “férreo” para el acceso de las divisas y en momentos en que el país transita por su segundo año en “hiperinflación”.
El economista egresado de la UCV, Carlos Javier Maldonado, aseguró a que “la verdad está antes los ojos. Cerca de 20 años el control de cambio fue un evidente fracaso, nunca funcione ningún sistema por la sencilla razón de que las divisas nunca fluyeron y el precio siempre fue discrecional. Cada uno era más engorroso que el anterior y lo que trajo al país fue una horrorosa devaluación de la moneda”.
Los economistas y expertos en monedas virtuales han dado al petro venezolano y al criptorrublo ruso bajas probabilidades de funcionar de la manera en la que anticipan ambos gobiernos.
Eso se debe a que Bitcoin y otras monedas virtuales son sistemas descentralizados en los que nadie está al mando, mientras que los planes ruso y venezolano les daría a los líderes de ambos países una capacidad de control sobre las nuevas divisas.
Nada de extraño tendría que Maduro anunciara la próxima semana o una nueva moneda o cualquier otro sistema cambiario. Él improvisa y el pueblo sufre.