Tras la fiesta olímpica de Río de Janeiro nadie pensaría que las estructuras donde se realizó el evento deportivo más grande de 2016 tuviera esa cara solo seis meses después.
Por Rafaela Acosta/El Político
No es primera vez que un país anfitrión de los Juegos Olímpicos abandona las estructuras que se edifican o preparan para el evento. Esto ha pasado en innumerables ocasiones. Sin embargo, esta vez lo que llama la atención es que solo seis meses después de que se celebró el evento, el Parque Olímpico de Rio de Janeiro está en el completo abandono.
Las estructuras en las que se gastaron millones de dólares para potenciar el turismo y recibir a las delegaciones de más de 170 países lucen descuidadas, las albercas, piscinas o piletas están vacías; o con muy poca agua estancada desde hace tiempo. Mientras que el exterior del centro acuático luce como si hubiera pasado un huracán.
La cancha del Maracaná, uno de los estadios de fútbol más renombrados, también está en malas condiciones.
LEA TAMBIÉN: Carnavales de Brasil disfrazan la crisis
Este imponente parque parece el escenario de una película apocalíptica por el descuido que presenta.
Con información de La Marca