El final de este capítulo de la trama peruana en torno al presidente Martín Vizcarra podría ser escrito por el premio nobel Mario Vargas Llosa. Basta con recordar las elecciones parlamentarias en las cuales el propio presidente decidió no llevar candidatos el Congreso y un partido de religiosos que se hacen llamar Descendientes de Judea resultó la sorpresa parlamentaria. En Perú nunca se sabe qué puede ocurrir.
El Político
El pedido para debatir la destitución del presidente Martín Vizcarra ya fue aprobado en el Congreso, pero el escenario final se mantiene incierto.
La tarde del viernes, con 65 votos a favor, 36 votos en contra y 24 abstenciones, el Congreso peruano aprobó discutir la vacancia del presidente. Para la admisión de este pedido se requerían, como mínimo, 52 respaldos.
En consecuencia, se decidió el viernes 18 de setiembre como fecha para el debate final y la votación. Ese día, el gobernante (y/o su abogado) puede asistir al hemiciclo para ejercer su derecho a la defensa. Según el oficio de notificación que le remitió el presidente del Congreso, Vizcarra tendrá una hora para exponer sus descargos.
En Perú, la vacancia está regulada por el artículo 113 de su Constitución. Una de las causales que pueden invocarse es la de incapacidad moral permanente, la misma que se aplicó contra Alberto Fujimori en el 2000, luego de que viajara para abandonar la presidencia por evidencias de corrupción.
En 2018, el Congreso también había iniciado un proceso de vacancia contra Kuczynski por el descubrimiento de alianzas con congresistas para salvarlo de una anterior destitución. Kuczynski renunció antes de que el Congreso votara.
Un trama que beneficia al Presidente del Congreso
Su cese convertiría en jefe de Estado al presidente del Legislativo, el opositor Manuel Merino De Lama, ya que el Gobierno no tiene representación en un parlamento lleno de enemigos del mandatario.
De producirse la destitución, Perú quedará huérfano de presidente elegido por voto popular, pues no tiene vicepresidentes que puedan sucederle desde que el año pasado Mercedes Aráoz renunciara a ese cargo por su papel durante la disolución constitucional del Congreso que realizó Vizcarra y que llevó a las elecciones extraordinarias donde se eligió a quienes ahora promueven su cese.
Ante ese escenario, la Constitución dice que debe asumir como jefe de Estado el presidente del Congreso y convocar elecciones generales, que ya estaban convocadas por Vizcarra para abril de 2021.
Un caso similar se produjo en el año 2000 con la renuncia del expresidente Alberto Fujimori tras revelarse la gigantesca red de corrupción que instauró su asesor Vladimiro Montesinos.
En aquella ocasión la presidencia transitoria recayó en Valentín Paniagua, del partido Acción Popular, precisamente el mismo al que pertenece Manuel Merino.
El As debajo de la manga
Los presidentes de Perú tienen inmunidad y solo pueden ser acusados durante su mandato por el delito de traición a la patria o por impedir elecciones o disolver el Congreso de manera inconstitucional o arbitraria.
Los procesos relacionados con otros delitos deben emprenderse cuando el mandatario deja el cargo. Sin embargo, la cláusula de incapacidad moral permanente le permite al Congreso alejar del poder a presidentes cuestionados. El problema puede surgir cuando la cláusula no se aplica debidamente. Y, si bien la Constitución no prevé límites de interpretación para atribuir incapacidad moral, existen otros procedimientos igual de constitucionales para situaciones como la de Vizcarra.
Así lo explica la constitucionalista Beatriz Ramírez Huaroto. "Efectivamente, [la invocación de incapacidad moral permanente] es una potestad del Congreso y está regulada en un procedimiento que requiere votación calificada para su aprobación final. Sin embargo, no se han delineado suficientemente criterios para su aplicación. Pero varias y varios constitucionalistas, sobre todo quienes han estudiado a fondo este tema, sostienen con acierto que para aplicar la incapacidad moral, se necesita usarla como una herramienta de última ratio; es decir, cuando ya no se tienen o no aplican vías alternativas".
Lo que señala Ramírez es que este caso bien podría ser tratado bajo otros canales y que la incapacidad moral permanente funciona −o debería funcionar− como última opción.
El detonante
El detonante para impulsar esta moción, promovida por congresistas de varios partidos son unas grabaciones secretas de Vizcarra reveladas el jueves donde se escucha al presidente coordinar con sus asistentes explicaciones para las visitas a Palacio de Gobierno del cantante Richard Swing.
En esos audios se desprende que Vizcarra tenía mayor relación con el artista de la que admitió hace unas semanas.
Este viernes el mandatario dijo en esos audios no trata de ocultar visitas sino aclarar con sus asesores cuántas hubo, pues además de las dos que hizo a sus secretarias intentó aparentemente ingresar a Palacio otras tres veces más.
Richard Swing, el desconocido cantante
¿Quién es Richard Swing? Es la pregunta que surge al escuchar el nombre de este desconocido pero histriónico cantante que ha puesto contra las cuerdas al presidente de Perú, Martín Vizcarra, a quien hace tambalear de su sillón presidencial en plena pandemia de Covid-19 y a siete meses de las elecciones.
Richard Swing es el nombre artístico de Richard Cisneros, "un ‘showman’ total", como se define él mismo en redes sociales, pero que solo alcanzó la fama gracias al dinero público que se llevó por sus altos honorarios como conferenciante desde que es presidente Vizcarra, del que afirma ser su amigo cercano.
En total fueron 175.000 soles (unos 50.000 dólares) los que se embolsó este cantante, con nueve contrataciones que le hizo el Ministerio de Cultura entre 2018 y 2020 para diversos y variados actos.
Fuentes: 20Minutos /Panorama /France24
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