Este lunes, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) dio inicio a las más grandes maniobras aéreas jamás registradas en su historia. Alemania es el coordinador de estas prácticas militares, que pretenden evidenciar su solidaridad ante posibles desafíos, especialmente los de Putin en Rusia, que anunció ayer que moverá ojivas nucleares a Bielorusia.
Gonzalo Morales Divo / El Político
El ejercicio, conocido como Air Defender 23, se llevará a cabo hasta el 23 de junio. Participarán alrededor de 10.000 soldados y 250 aeronaves provenientes de 25 naciones miembros de la OTAN, además de aliados como Japón y Suecia, este último en proceso de incorporarse a la Alianza.
El conflicto en Ucrania ha insuflado nueva vida a la Alianza Atlántica, una entidad que Emmanuel Macron había prácticamente relegado al olvido. Se espera que en la próxima cumbre de Vilna en julio se pacten significativos planes de reorganización regional. Ahora, el principal objetivo es garantizar la victoria de Ucrania, no su integración a la Alianza, como han reiterado una y otra vez la UE y la OTAN mismas.
Durante los días recientes, aeronaves procedentes de Estados Unidos, Europa y Japón han estado surcando los cielos europeos en lo que constituyen las maniobras aéreas más amplias en la historia de la OTAN. Esta demostración de poder es una respuesta clara a Rusia, que no hace más que alimentar su retórica beligerante.
Algo de contexto histórico
Entre los años 1989 y 1991, la Unión Soviética experimentó su desmembramiento. Las repúblicas aliadas cortaron sus relaciones con Rusia y el Pacto de Varsovia, que las unificaba en una alianza militar, se disolvió en febrero de 1991.
El desplome de la Unión Soviética marcó el fin de la amenaza de la "Guerra Fría", que albergaba la posibilidad de un enfrentamiento nuclear entre los dos bloques predominantes. Durante este periodo de cambios, en noviembre de 1990, todas las naciones miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y del Pacto de Varsovia se congregaron en París para la Conferencia de Seguridad y Cooperación en Europa.
Este evento dio origen a la Carta para una Nueva Europa, un documento que sembró grandes esperanzas al culminar la Guerra Fría a través de una serie de medidas de desarme y cooperación intergubernamental.
Un reporte de NUSO lista las características:
La nueva OTAN surgida de esa cumbre tomó la decisión de introducir cambios importantes en su estructura:
(a) una reducción de las Fuerzas Armadas en Europa,
(b) una mayor capacitación tecnológica de las Fuerzas Armadas para hacer frente a nuevos desafíos,
(c) más movilidad y fluidez de sus fuerzas,
(d) actuar ante las demandas de los organismos internacionales,
(e) actuar fuera de la zona de cobertura tradicional del Atlántico Norte,
(f) definir una nueva identidad de seguridad y defensa.
Vuelta a la OTAN frente a la guerra de Rusia con Ucrania, la portavoz de la OTAN, Oana Lungescu, ha declarado en un comunicado que: "Este ejercicio envía un mensaje inequívoco de que la OTAN está preparada para proteger cada pulgada de territorio aliado. Esto es crucial porque nos encontramos en un mundo cada vez más peligroso, enfrentando la crisis de seguridad más significativa en una generación".
Por su parte, Rusia…
Con esto, por supuesto, la alianza manda un mensaje a Putin pero dice no considerarlo la principal razón. Obviamente eso es difícil de creer y forma parte de la "guerra de declaraciones" de ambas partes, en la cual se distingue ese adagio según el cual "en una guerra lo primero que muere es la verdad".
El Departamento de Defensa de Rusia ha compartido imágenes del despliegue inicial de "ejercicios tácticos llevados a cabo por grupos de la Flota del Báltico".
En un Báltico cada vez más controlado por las naciones costeras pertenecientes a la OTAN, la Marina rusa está demostrando su fuerza.
El Departamento de Defensa de Rusia ha compartido imágenes del comienzo de "los ejercicios tácticos realizados por agrupaciones de la Flota del Báltico en el Mar Báltico". Los ejercicios cuentan con la participación de 40 navíos de guerra y más de 3.500 soldados.
Pero el "asunto" de Ucrania sigue sin resolverse
Algunos miembros, como Francia y Polonia, optan por negociar seguridades para Kiev previo a discutir su integración del país a la organización. La meta principal para todos en este punto es ganar el conflicto, como indica el secretario general, Jens Stoltenberg.
"Concordamos que la labor más crítica es asegurar que Ucrania se consolide como una nación soberana e independiente, porque si Ucrania no puede mantenerse como un Estado democrático en Europa, no hay tema de adhesión a debatir".
Para el futuro, la OTAN tiene en sus planes mantener un contingente de trescientos mil soldados de alta disponibilidad respaldados por significativas fuerzas aéreas y navales.
Sin embargo, todo esto está motivado por Ucrania… y ése es un asunto que todavía está lejos de resolución…