Cada día un promedio de 137 mujeres alrededor del mundo mueren a manos de su pareja o de un miembro de su familia, según una información dada a conocer por Naciones Unidas.
El Político
"El hogar es el lugar más probable" donde las mujeres son asesinadas. Muchas no encuentran la muerte, pero su vida es un martirio cotidiano.
La mayoría de las mujeres de todos los países y de todos los sectores sociales han sido agredidas por lo menos una vez por su padre, un hermano o una pareja.
Más de la mitad de las 87.000 mujeres que fueron asesinadas en 2017 en el planeta fueron víctimas de ataques perpetrados por personas cercanas a ellas.
De ese número, aproximadamente 30.000 fueron asesinadas por su pareja, mientras que otras 20.000 lo fueron por un familiar.
Uno de los datos recolectados por Naciones Unidas es que "los hombres tienen cuatro veces más posibilidades que las mujeres de perder la vida como resultado de un homicidio intencional".
Las investigaciones comienzan a arrojar luces sobre el tema, los hombres mueren violentamente en mayor número que las mujeres, pero mientras ellos son asesinados en la calle ellas encuentran la muerte en la casa.
"La violencia de pareja sigue teniendo un impacto desproporcionadamente alto entre las mujeres", señaló el informe.
La mayoría de esas muertes todavía están siendo investigadas.
Judith, madre de tres niños, se había separado poco tiempo antes de su esposo y había regresado al poblado donde vivían sus padres, en el norte del país.
Pocos después de que las dos hermanas comenzaran con sus labores en el campo, el exesposo llegó a la granja, la atacó y acabó con la vida de Judith.
La policía señaló que los pobladores de la villa acabaron luego con la vida del hombre.
En África se registra el mayor riesgo para las mujeres de morir a manos de sus parejas o de un miembro de su familia, con una tasa de 3,1 muertes por 100.000 habitantes, según el reporte de la ONU.
Sin embargo, Asia es el continente donde se concentra el mayor número absoluto de asesinatos de mujeres perpetrados por parejas o familiares, con un total de 20.000 muertes en 2017.
Neha Sharad Chaudury murió el día que cumplía 18 años debido a un supuesto "crimen de honor". Ella había salido con su novio y la BBC pudo comprobar que sus padres no aprobaban la relación.
Sus padres y otro hombre de la familia están acusados de haberla matado en su casa esa misma tarde.
La investigación continúa y las tres personas permanecen bajo custodia a la espera de un juicio.
La BBC también estableció a través del abogado de los tres implicados que van a rechazar los cargos en su contra.
Centenares de personas son asesinadas al año por enamorarse o casarse en contra de la voluntad familiar. Lo cierto es que estos llamados "crímenes de honor" a menudo no son reportados ni investigados.
En Brasil 39, Brasil
Sandra Lucia Hammer Moura se casó con Augusto Aguiar Ribeiro a la edad de 16 años.
La pareja llevaba cinco meses separada cuando él la asesinó con una puñalada en el cuello, según confirmaron las autoridades locales a la BBC.
La policía de Jardim Taquari halló un video del esposo en su teléfono celular, en el que confesaba el crimen. En la grabación, anotó que Sandra había estado saliendo con otro hombre y él se había sentido traicionado.
En la grabación también se le escucha decir que él no será arrestado porque la pareja se reunirá en la "gloria del Señor". Augusto se ahorcó en la que había sido la habitación matrimonial.
El caso de Sandra resalta una forma de crimen conocido como "homicidio-suicidio", donde un individuo mata a una o más personas antes de suicidarse.
¿Qué se necesita para que se reporte el asesinato de una mujer?
Para recopilar estas historias, la red internacional de periodistas e investigadores de BBC Monitoring analizaron televisión, radio, medios impresos, internet y redes sociales de todo el mundo en busca de informes de mujeres asesinadas, aparentemente por motivos de género, en un único día, el 1 de octubre de 2018.
Rebecca Skippage, quien dirigió el proyecto para BBC Monitoring, descubrió que "la forma en que los medios informaron sobre las muertes revela una gran cantidad de información sobre cómo las mujeres son percibidas por las diferentes sociedades en todo el mundo".
Agregó: "Estábamos buscando muertes ocurridas en un día, pero buscamos las historias de ese día durante un mes. Encontramos que el retraso en los informes, el tono de la cobertura o la escasez de información a menudo contaban una historia más amplia sobre el estatus de la mujer en cada región".
En solo una semana, en Colombia se han perpetrado los femicidios de siete mujeres. Los más conocidos son los casos de Heidy Johana Soriano y su hija María Celeste de 4 años, Daniela Quiñones, Marinella Flores, Yudi Fernanda Pérez, Brandy Carolina y Ariadna, dos mujeres trans.
Durante la cuarentena nacional, 104 mujeres han sido asesinadas, elevando la lamentable cifra a 216 Femicidios en lo que va del 2020. A esto se le suma que durante las últimas semanas, en el país también han sido noticias las violaciones, desapariciones y la oleada de denuncias de acoso y abuso contra mujeres en múltiples ámbitos de la sociedad.
No son crímenes comunes sino de poder.
Todas son candidatas a femicidios
Yudi Fernanda Pérez era una joven de 19 años, estudiante de la Institución Ricardo Borrero Álvarez, en la ciudad de Neiva. El 13 de junio, tras permanecer 11 días internada en una Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Universitario de Neiva, su cuerpo no resistió las múltiples heridas. Había sido víctima de secuestro, violencia sexual y tortura física por parte de su pareja, el agresor y feminicida Mario Alberto Trujillo. El mismo día de su rescate, Alberto Trujillo fue capturado y ahora se enfrenta a cargos por Femicidio agravado.
Daniela Quiñones tenía 23 años y estudiaba Administración de negocios en la Universidad EAFIT en Medellín, se encontraba en Marmato (municipio de Caldas) visitando a su madre durante la cuarentena. El 13 de junio desapareció luego de haberse ido de una fiesta con Santiago García Zamora. Según las investigaciones, este hombre la asesinó y la abandonó en el Río Cauca, luego de que Daniela no accediera a tener relaciones sexuales con él. El 18 de junio, García Zamora fue capturado. Le imputan el delito de Femicidio.
Heidy Johana Soriano era una madre soltera de 30 años que vivía junto a su hija María Celeste, de 4 años, en la ciudad de Bogotá. Recientemente, también vivía con ellas Marco Fidel Díaz Rubio, pareja de Heidy. El 14 de junio este sujeto asesinó a las dos mujeres dentro de su vivienda. El 17 de junio fue capturado mientras se encontraba internado en una clínica por heridas autoinflingidas luego de los hechos y puesto a disposición de la Fiscalía. El Feminicida tenía antecedentes por violencia intrafamiliar. Había sido denunciado un año antes por Heidy Johana.
Marinella Flores habitante del corregimiento Fraguas, en Segovia (Antioquia), tenía 32 años y era madre de dos niños. Fue desaparecida desde el 11 de junio. Encontraron su cuerpo abandonado el 16 de junio en una zona rural, en muy malas condiciones. A la fecha aún se desconoce la identidad del asesino.
Ariadna era una mujer trans que vivía en la ciudad de Santa Marta. Fue asesinada el sábado 13 de junio dentro de su casa. También se desconoce la identidad de su Feminicida.
Brandy Carolina fue asesinada ese mismo día en el barrio La Chinita, en Barranquilla. Esta es una zona considerada peligrosa para las mujeres lesbianas, bisexuales o transexuales. Tampoco se ha identificado a su asesino.
México feminicida: el cuerpo de Elideth fue encontrado en Nezahualcóyotl. La joven de 30 años y madre de un niño de 10, tenía signos de asfixia. Su pareja sentimental, Omar, fue detenido.
Algunas de ellas no fueron escuchadas por la sociedad ni protegidas por el Estado. Esto hizo que quedaran en mayor riesgo frente a sus agresores. Otras representaban una infracción a “la norma” de lo femenino. Las asesinaron porque sus Feminicidas creyeron ser dueños de sus cuerpos y sus vidas para reafirmar su capacidad de poder y control.
¿Por qué hablamos de Femicidio?
Luego del crimen cometido contra Rosa Elvira Cely y de las posteriores movilizaciones de colectivos de mujeres y feministas, en julio de 2015 se promulgó la Ley 1761 que crea el tipo penal de Femicidio. Este acoge a aquellos homicidios contra las mujeres por su condición de ser mujer o por motivos de su identidad de género.
El Artículo 104A del Código Penal mexicano contempla también la comisión de este delito donde concurran las siguientes circunstancias: una relación familiar, íntima o de convivencia con la víctima. El ejercicio de actos de instrumentalización de género. La ejecución del delito en aprovechamiento de las relaciones de poder ejercidas sobre la mujer. La ejecución del delito para generar terror o humillación a quien se considere enemigo. Que existan antecedentes o indicios de cualquier tipo de violencia contra la víctima en diversos escenarios. Que la víctima haya sido previamente incomunicada o privada de su libertad de locomoción.
Dichas especificaciones de la Ley 1761 demuestran que el Femicidio es la mayor expresión de violencia pública y privada ejercida contra las mujeres en cualquier sociedad.
Como delito autónomo, el Femicidio permite hacer visible que las violencias contra las mujeres no solo se encuentran presentes en la vida social, sino que están sustentadas en prácticas discriminatorias toleradas socialmente.
En la esfera privada, las estructuras familiares aún sustentadas en el patriarcado se caracterizan por un mayor valor de la masculinidad. Conllevan fuertes cargas de violencia traducidas en actos de machismo y misoginia. Es decir, cargas ideológicas de dominación y subordinación bajo un sentido de propiedad sobre los cuerpos de las mujeres.
Las formas violentas en cómo ocurren los Femicidios revelan que el único valor de sus vidas radica en la disponibilidad para su apropiación. Esto último ha sido señalado por la antropóloga y feminista especialista en el tema, Rita Segato, en su libro La escritura en el cuerpo de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez.
La mayoría de los Femicidios son precedidos por contextos de relaciones abusivas de pareja (y expareja), violencia intrafamiliar o violencia sexual. A su vez, están acompañados de contextos sociales de discriminación y desigualdad de género en la esfera pública, que reflejan un desvalor sobre las mujeres, alimentado por prácticas que van desde burlas estereotipadas hasta normas socioculturales “aceptadas”, como la violencia conyugal.
Un clima de impunidad
A la tolerancia social se suma la actuación de las autoridades, materializada en dificultades en el acceso a la justicia y a la efectiva investigación y sanción en materia de violencias de género.
Y esto sucede a pesar de que el marco jurídico que abarca la implementación de herramientas contra la violencia de género es amplio.
Estas herramientas jurídicas han sido resultado de la presión ejercida por los movimientos feministas y de mujeres que le han exigido al Estado un compromiso real en materia de género.
Sin embargo, el camino de su implementación no es alentador. A 10 años de su promulgación en 2018, la Red Nacional de Mujeres realizó un balance como ejercicio de seguimiento a la implementación y encontró importantes debilidades, tanto en las medidas de atención preventivas como en el acceso a la justicia y restablecimiento de derechos.
No se abordan de manera precisa las violencias de género. No existen acciones claras que permitan abordar y transformar dentro del sistema educativo los estereotipos de género como parte del problema de la convivencia escolar que afecta a las niñas.
Problematizar los Feminidios
Gracias a organizaciones feministas y de mujeres que hacen un esfuerzo por investigar y llevar procesos de recolección de datos para registrar la información de la manera más fidedigna, se puede conocer una aproximación del número de víctimas de Femicidios.
La Fundación Feminicidios Colombia rastrea los datos haciendo solicitudes a los entes investigadores. Ha registrado 112 femicidios en lo que va del 2020.Fundación Feminicidios Colombia@FeminicidiosCol
El observatorio de violencias contra la mujer de la Fundación Feminicidios Colombia reporta al menos 112 feminicidios y al menos 60 feminicidios en grado de tentativa en lo corrido del 2020. #EmergenciaNacionalPorFeminicidios #Femcol #Feminicidios #VivasNosQueremos
Los feminicidios se han incrementado 22.5% en el Estado de México, en lo que va del año se han registrado 49 casos de muertes violentas contra mujeres mexiquenses, mientras que hasta mayo del año anterior el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) registró 40 víctimas por este delito, señaló la diputada local, Karina Labastida Sotelo, quien preside la Comisión Especial Para las Declaratorias de Alerta de Violencia de Género Contra las Mujeres por Feminicidio y Desaparición en la Legislatura local.
"Los feminicidios son la pandemia que no se ha logrado erradicar en el Estado de México", junto con estados como Chihuahua, Michoacán, Ciudad de México, Baja california y Jalisco conforman focos rojos para la seguridad de las mujeres de México por ser las entidades con los mayores casos de violencia feminicida, señaló Karina Labastida.
Los 49 feminicidios registrados en lo que va del año, superan a los 40 contabilizados hasta mayo y a los 45 que sumaron hasta el mes de junio de 2019, lo que presenta que no sólo de ha mantenido esta violencia de género sino que además se incrementó en 22.5%, de acuerdo a datos del SNSP.
Los municipios mexiquenses con cifras altas de feminicidio son Ecatepec con 5, Chimalhuacán 4, Tecámac 3, Tlalnepantla 3, Zumpango 3, Valle de Chalco Solidaridad 2, Teoloyucan 2, Nezahualcóyotl 2, Naucalpan 2 y Atizapán de Zaragoza 2, listado que incluye municipios que no tienen alerta de género.
Karina Labastida destacó que en los últimos cinco años, de 2015 a la fecha, hay una cifra de 441 feminicidios en el Estado de México, según cifras de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México. Por lo que la Comisión que preside buscará fortalecer y consolidar las capacidades técnicas, operativas y tecnológicas para erradicar este mal que acecha a las mexiquenses.
En el corte trimestral, realizado la semana pasada, se dieron a conocer los proyectos para la operación de los recursos de los 11 municipios con Alerta de Género, los cuales contemplan equipamiento de oficinas de atención y material esencial en búsqueda de personas desaparecidas, así como equipamiento para la atención a víctimas de desaparición, así como adquisición de suministros necesarios para la atención de la emergencia y material especializado para la realización de pruebas de identificación de personas desaparecidas, cuyos recursos serán auditados y supervisados, indicó Labastida Sotelo.
Tipos de feminicidio
A partir de estudios realizados por Julia Monárrez y Patricia Olamendi, los feminicidios se pueden clasificar de la siguiente manera, a partir de las circunstancias y modus operandi:
- Íntimo. Es la muerte de una mujer cometida por un hombre con quien la víctima tenía o había tenido una relación o vínculo íntimo: marido, exmarido, compañero, novio, exnovio o amante, persona con quien se procreó un niño o una niña. Se incluye el supuesto del amigo que asesina a una mujer —amiga o conocida— que rechazó entablar una relación íntima (sentimental o sexual) con ésta.
- No íntimo. Es la muerte de una mujer cometida por un hombre desconocido con quien la víctima no tenía ningún tipo de relación. Por ejemplo, una agresión sexual que culmina en el asesinato de una mujer a manos de un extraño. También se considera el caso del vecino que mata a su vecina sin que existiera entre ambos algún tipo de relación o vínculo.
- Infantil. Es la muerte de una niña menor de 14 años de edad cometida por un hombre en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder que le otorga su situación adulta sobre la minoría de edad de la niña.
- Familiar. Es la muerte de una mujer en el contexto de una relación de parentesco entre la víctima y el victimario. El parentesco puede ser por consanguinidad, afinidad o adopción.
- Por conexión. Hace referencia al caso de la muerte de una mujer “en la línea de fuego” por parte de un hombre en el mismo lugar en el que mata o intenta matar a otra mujer. Puede tratarse de una amiga, una pariente de la víctima, madre, hija, o de una mujer extraña que se encontraba en el mismo escenario donde el victimario atacó a la víctima.
- Sexual sistémico desorganizado. La muerte de las mujeres está acompañada por el secuestro, la tortura y/o la violación. Se presume que los sujetos activos matan a la víctima en un periodo determinado.
- Sexual sistémico organizado. Se presume que en estos casos los sujetos activos pueden actuar como una red organizada de feminicidas sexuales, con un método consciente y planificado en un largo e indeterminado periodo.
- Por prostitución o por ocupaciones estigmatizadas. Es la muerte de una mujer que ejerce la prostitución u otra ocupación como strippers, camareras, masajistas o bailarinas en locales nocturnos. El crimen es cometido por uno o varios hombres. Incluye los casos en los que el victimario (o los victimarios) asesina a la mujer motivado por el odio y la misoginia que despierta en éste la condición de prostituta de la víctima. Esta modalidad evidencia la carga de estigmatización social y justificación del accionar delictivo por parte de los sujetos: “se lo merecía”; “ella se lo buscó por lo que hacía”; “era una mala mujer”; “su vida no valía nada”.
- Por trata. Es la muerte de mujeres producida en una situación de trata de personas. Por “trata” se entiende la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, ya sean rapto, fraude, engaño, abuso de poder o la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de la o las personas con fines de explotación. Esta explotación incluye, como mínimo, la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los trabajos forzados o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.
- Por tráfico. Es la muerte de mujeres producida en una situación de tráfico de migrantes. Por tráfico se entiende la facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado del cual dicha persona no sea nacional o residente permanente, con el fin de obtener directa o indirectamente un beneficio financiero u otro beneficio de orden material.
- Transfóbico. Es la muerte de una mujer transgénero o transexual y en la que el victimario (o los victimarios) la mata por su condición o identidad de género transexual, por odio o rechazo de la misma.
- Lesbofóbico. Es la muerte de una mujer lesbiana en la que el victimario (o los victimarios) la mata por su orientación sexual, por el odio o rechazo de la misma.
- Racista. Es la muerte de una mujer por odio o rechazo hacia su origen étnico, racial o sus rasgos fenotípicos.
- Por mutilacion genital femenina. Es la muerte de una niña o mujer a consecuencia de una práctica de mutilación genital.