Mantiene un confinamiento estricto en la capital y ha sido el país escogido por las farmacéuticas Pfizer y Biontech para realizar las pruebas en humanos de un proyecto de vacuna contra la Covid-19
El Político
Argentina ha ido esquivando el zarpazo más duro del virus con un confinamiento estricto. Llevan casi cuatro meses encerrados pero el pico de la curva no se espera hasta agosto, así que la gente aguanta con paciencia.
Ahora se han alcanzado los 100.000 contagios, con unos 1.800 fallecidos desde que empezó la pandemia, pero las autoridades no quieren bajar la guardia, sobre todo en la capital, Buenos Aires, donde hay un encierro más duro.
Este ejemplo de éxito relativo, frente a países vecinos como Brasil que son ahora el epicentro mundial de la crisis sanitaria, se encuentra con las críticas de quienes quieren que la economía se reactive. Después de un desplome de casi un 27% el país está cerrado, el turismo no llena las calles pero el confinamiento sigue salvando vidas.
Los expertos coinciden en que el "aislamiento social, preventivo y obligatorio" decretado por el presidente Alberto Fernández el 20 de marzo ha servido para contener la pandemia.
Críticas a las restricciones
Eso es mucho menos que las fatalidades en las otras grandes economías de la región, Brasil y México, que no establecieron restricciones fuertes. Incluso es menos que otros países que sí aplicaron confinamientos como Perú, Colombia y Chile.
Mientras muchos aplaudieron al país por la rapidez con la que impuso un confinamiento obligatorio, que empezó cuando apenas había tres muertos a causa del coronavirus, hoy, cuando es ya uno de los más prolongados del mundo, cada vez son más los que lo cuestionan.
Si bien en las regiones del país con bajo o nulo nivel de transmisión se han flexibilizado las restricciones, en los principales centros urbanos, sobre todo en Buenos Aires, el corazón demográfico y productivo del país, donde se concentra el 90% de los casos confirmados, el confinamiento continúa.
La cuarentena argentina también es una de las más estrictas del mundo. A diferencia de lo que ocurrió en muchos países, que permitieron y hasta incentivaron a la población a salir a tomar aire y sol una vez al día, en las zonas más pobladas los argentinos no pueden realizar salidas recreativas.
Y los argentinos tampoco podrán viajar por un buen tiempo: el gobierno prohibió todos los vuelos comerciales, tanto internos como internacionales, hasta el 1 de septiembre.
Ensayo de la vacuna contra Covid-19 en Argentina
A la espera de la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina, las farmacéuticas Pfizer y Biontech realizarán en esa nación las pruebas en humanos de un proyecto de vacuna contra la Covid-19.
El presidente Alberto Fernández recibió al gerente general de la compañía farmacéutica Pfizer, Nicolás Vaquer, y al director científico de la Fundación Infant, Fernando Polack, quienes le informaron de la decisión de estas empresas de Alemania y Estados Unidos de América de seleccionar a ese país para las pruebas.
Tres razones gravitaron para que los gigantes Pfizer y BioNtech se inclinaran por Argentina: la experiencia científica y capacidades operativas del equipo investigador principal de epidemiología; experiencia previa en la realización de estudios clínicos y el pico de contagios que enfrenta el país al momento de realizar los ensayos.
Se trata de la fase 2b/3 de la vacuna candidata con tecnología ARNm, que actualmente se encuentran en fase 1/2 y que el pasado 1 de julio obtuvo datos preliminares positivos en 45 individuos por su seguridad y eficacia. El primero de los voluntarios para acceder a esta vacuna fue un ciudadano norteamericano.
Los laboratorios trabajaron en una primera instancia con 200 personas en Alemania y 370 en Estados Unidos. Luego se focalizaron en los resultados de 45 de estos voluntarios.
“La idea ahora es acceder a una representación variada de ciudadanos que participarán desde Buenos Aires”, dijo Nicolás Vaquer.
Comienzo de las pruebas
Las pruebas en la nación suramericana están programadas para este mes de julio y el próximo agosto, y comenzarán a gestionarse desde el Hospital Militar y podrían extenderse a distintos puntos del área metropolitana de Buenos Aires. No estarán limitadas a los profesionales de la salud o personal de seguridad sino que estaría abierto a la población en general.
Según se explicó, los voluntarios que se convocarán serán personas sanas a los que se los someterá a una prueba de Covid-19 antes del ensayo, para probar la eficacia en la prevención de la enfermedad.
De acuerdo a los ensayos preliminares esta vacuna permite desarrollar un nivel de anticuerpos altos, tan altos como los de los enfermos que se logran recuperar.
Las pruebas mostraron seguridad ya que no registraron efectos secundarios adversos, más allá de enrojecimiento localizado en el lugar donde se inyectan las dos dosis y fiebre baja, afirmó Nicolás Vaquer.
El ensayo global se hará con 30.000 voluntarios de distintas partes del mundo.
(Con información de ABC; El Nacional)