La Semana Santa es la fiesta más importante para un cristiano. La rememoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo es la piedra angular de la fe para los creyentes. Más de 2.000 años después, miles de cristianos han perdido la vida simplemente por serlo en estas fechas y millones de fieles viven cada año en riesgo de muerte. En 2025, Nigeria confirmó de nuevo su macabro registro como país más mortífero para los seguidores de Jesús con el asesinato de al menos 43 personas el Domingo de Ramos.
De acuerdo con la World Watch List de 2025 de Open Doors, más de 380 millones de personas sufren elevados niveles de persecución y discriminación por razón de su fe. El pasado año, 4.476 cristianos fueron asesinados por el mero hecho de serlo, mientras que 209.771 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares y esconderse incluso a salir de su país de origen para salvar la vida. Además, se denunciaron 7.679 ataques contra iglesias y propiedades de seguidores de Jesús.
África y Asia son los continentes donde se encuentran los 13 países donde la persecución de los fieles es considerada "extrema" por la organización, y copan la mayoría de los estados en los cristianos se enfrentan a más dificultades para profesar su fe. De hecho, tan sólo Cuba (en el puesto 26), Nicaragua (30), México (31) y Colombia (46) tienen sitio entre los 50 peores países para los creyentes.
También son los continentes donde se han vivido los peores atentados contra los cristianos, que suelen incrementarse en Semana Santa y Navidad, las dos grandes fiestas para esta religión.