La muerte de Jesús Santrich en Venezuela confirmaría algunas tesis de cómo se mueven las disidencias en dicho país.
El Político
¿Quién lo mató? es la pregunta que ahora despejan las autoridades.
La primera hipótesis es que el líder de la llamada Nueva Marquetalia habría sido dado de baja en un combate entre grupos armados que se disputarían el negocio de la coca. La segunda que lo habría dado de baja la Guardia Venezolana. Y la tercera que habría sido alias Farley y alias Arturo, las fichas clave de Iván Mordisco, reportó la Revista Semana.
Otra hipótesis de la muerte de Jesús Santrich
Un informe que se compartió entre altos mandos del Ejército de Venezuela en donde aseguran que un grupo delincuencial armado de mercenarios ingresó a la zona campamentaria para capturar a Santrich y cobrar la recompensa de 3 mil millones de pesos que hay por su paradero.
La incursión se conoce después de que la Corte Suprema le dio vía libre a su extradición a Estados Unidos, reportó El Tiempo.
El ataque fue perpetrado por un comando terrestre, que llegó con uniforme camuflado. A las 9 pm del domingo, helicópteros del Ejército venezolano sobrevolaron la zona.
12 personas custodiaban a Jesús Santrich
Según indican, Santrich estaba acompañado por un anillo de seguridad integrado por 12 personas.
Y había establecido su zona de operaciones cerca de la Serranía de Perijá (Colombia) para coordinar personalmente la resurrección del Frente Martín Caballero, integrado por los frentes 59, 19 y 41 de las extintas Farc.
Informantes señalaron que Santrich insistía en permanecer en la zona, a pesar de que se había caído en al menos dos oportunidades.
Negocio de la droga
Lo que está en juego no es un tema menor. Esta región se ha convertido en punto estratégico para el narcotráfico en Suramérica, por lo que ya se habla de la presencia, incluso, de carteles mexicanos que han llegado a negociar con los grupos insurgentes.
Según el informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU, en Venezuela, el número de pistas clandestinas de aterrizaje y el de presuntos vuelos de tráfico de drogas aumentaron en 2019: ese año fueron decomisadas 23 aeronaves ligeras, y destruidas 36 pistas clandestinas.
La mayoría de estas pistas se encuentran en el estado de Zulia, limítrofe con el Catatumbo, una zona importante de fabricación de cocaína; se habla de por lo menos 400, usadas para sacar droga hacia las islas del Caribe y América Central, principalmente a El Salvador y Honduras.