La creación de la Unión Africana, en 1963, y la Comunidad Económica Africana, crearon la impresión de que se estaba creando una época antigolpista. Fin de la tradición de la que emanaban los gobiernos en la llamada África subsahariana. Pero 4 golpes en 9 meses pintan otro panorama.
El Político
Como recuerda un reportaje de El Confidencial entre 1960 y 2000, África sufrió cerca de cuatro golpes de Estado al año. Esa etapa se creía superada con la creación de organismos multilaterales como la Unión Africana cuyos integrantes se comprometían a no reconocer los cambios de gobierno por esta vía.
Pero el declive democrático en todo el mundo, el deterioro de la seguridad en el Sahel y los daños económicos generados por la pandemia de covid-19 crearon un caldo de cultivo favorable a los cambios violentos de gobierno.
En Chad, Malí, Guinea y Sudán derrocaron a los gobernantes, mientras Níger tuvo dos intentonas; y todo ello en menos de nueve meses. Son cuatro golpes de Estado militares en África subsahariana
Se conoce por África subsahariana a aquellos países del continente africano que no limitan con el mar Mediterráneo. También se conoce como determinada zona geográfica ubicada al sur del desierto del Sahara.
Está integrada por: Sierra Leona, Togo, Sudán, Gambia, Camerún, Senegal, Suazilandia, Níger, Ghana, Mauritania,Gabón, Libera, Guinea-Bisáu, Malí, Guinea, Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil, Chad, Burkina Faso, Benín.
En Chad mataron al Presidente
El declive democrático, la pobreza y el coronavirus fueron creciendo. Como en cascada creció la conspiración en las fuerzas armadas de casi todo esos países, y con ellos los derrocamientos.
En el mes de abril en Chad, el Ejército para justificar el cambio de gobierno difundía un comunicado en el informaba que: “El presidente de la República, jefe del Estado, jefe supremo de los Ejércitos, Idriss Déby Itno, acaba de morir defendiendo la integridad territorial de Chad en el campo de batalla”.
Mahamat Idriss Déby, hijo del fallecido presidente de Chad, Idriss Déby, fue nombrado presidente y «jefe supremo» del Estado Mayor del Ejército del país. A raíz de la «hoja de transición» aprobada por la junta militar. Creada tras la muerte del mandatario.
En Malí un Comité de Salvación
En agosto de 2020, el coronel Assimi Goïta (37 años), miembro de las fuerzas especiales, dirigió el golpe de estado contra el presidente civil Ibrahim Boubacar.
Pese a los temores por parte de la comunidad internacional de que el golpe desestabilizara uno de los países claves en la región del Sahel, gobiernos como Francia continuaron con sus operaciones antiterroristas con el nuevo gobierno militar. Y la Ecowas (Comunidad Económica de Estados de África Occidental, por sus siglas en inglés) aceptó una promesa de transición liderada por un general retirado.
En 2021, Goïta se deshizo de los líderes civiles del consejo de transición y se declaró a sí mismo presidente interino. Con la promesa de una nueva constitución y futuras elecciones totalmente apartada.
En Guinea depuesto Condé
Fuerzas especiales de Guinea detuvieron al presidente Alpha Condé. Tomaron el poder con el argumento de poner fin al “derroche financiero, la pobreza y la corrupción endémica” en que está envuelta toda la nación. Así como lograr "la instrumentalización de la justicia” y los derechos de los ciudadanos.
El jefe de la asonada es Mamady Dumbuya, a quien Condé colocó al frente de las Fuerzas Especiales. Apalancado en su vasta experiencia militar y con el apoyo de alguna prensa occidental que lo elogiaba como una suerte de "adalid" por su gran estatura y porte.
Y ahora Sudan
El último golpe en la “África Negra o susahariana” fue en Sudán donde el primer ministro Abdalla Hamdok y su esposa fueron detenidos y llevados a un lugar no revelado. También fueron detenidos numerosos ministros y funcionarios del gobierno.
El general Abdel Fattah al-Burhan, jefe de las fuerzas armadas de Sudán, disolvió el Consejo Soberano y el gobierno de transición, que comparten el poder.
Sin embargo, no todo está claro porque existen manifestaciones violentas contra lo ocurrido.
Lo que si está claro es que la Primavera Africana se construye a fuerza de golpes de estado