La superliga europea murió antes de nacer, ante la presión de los aficionados. Primero, la abandonaron todos los clubes ingleses.
Con sólo oír el nombre de los equipos fundadores de la Superliga Europea de Fútbol, era suponer que había llegado a un lugar sideral en el que sólo llegan los poderosos, los millonarios, los más grandes.
Apolinar Martínez/El Político
Arsenal, Atlético de Madrid, Chelsea, Barcelona, Inter de Milán, Juventus, Liverpool, Manchester City, Manchester United, Real Madrid y Tottenham Hotspur, representan una constelación que brilla en todo momento. A ella quisieran todos los jugadores del mundo, y por supuesto, todos los clubes, por modestas que fueran sus selecciones.
Pensaron que era un negocio redondo
Cómo será de gigantesco y poderoso este monstruo, que Florentino Pérez, el señor de los anillos, casi risueñamente aseguró que “los equipos recibirán una subvención neta por adelantado de aproximadamente 3.500 millones de euros”
"Los grandes son los que generan más recursos y eso debe saberse. Si no damos este paso se caen todos, no sólo los grandes o los modestos, sino todos y nuestro interés es evitarlo.
La superliga murió antes de nacer
Lo que nunca esperaron los dueños del negocio era el volcán que habían activado desde el propio epicentro de los equipos llamados a formar la élite.
Los flemáticos aficionados ingleses fueron los primeros en decir no en forma multitudinaria.
A ellos se agregó el propio primer ministro Boris Johnson, quién con las palabras conmovedoras señaló
Si el Leicester ganó la Premier, y si el Nottingham Forest puede ser campeón de Europa -no una, sino dos veces-… los equipos están en el corazón de sus comunidades y se convierten en fuente pasional de orgullo local.
Acaba con el espíritu deportivo
El presidente de Francia Emmanuel Macron dijo cosas excepcionales: “La superliga es una amenaza al principio de solidaridad y el mérito deportivo".
Para jugadores activos o ya idos la idea de la Super Liga merece todo el repudio
Una absoluta vergüenza
El excapitán del Manchester United Gary Neville, la calificó como "una absoluta vergüenza"
Pep Guardiola, técnico del Manchester City, uno de los doce clubes implicados en la creación de la Superliga Europea, no ha tenido ningún problema en sumarse a las voces críticas.
Con fuerza, se opuso contra el proyecto de la nueva competición, un torneo casi privado al que no todos los equipos podrían acceder, al considerar que «no es deporte».
Franceses y alemanes ni siquiera acudieron
Era inconcebible que una Superliga Europea de fútbol no contara con la aquiescencia de franceses y alemanes, pero así fue. Ya renunciaron el Juventus y el Inter, ambos de Italia. El Atlético de España. Francia y Alemania.
Los ingleses pusieron el RIP
Pero la tapa de la sepultura la colocaron los equipos ingleses: Tottenham, Liverpool, Arsenal, Chelsea, Manchester City y United eran los equipos ingleses fundadores de esta nueva competición.
Anoche se retiraron Manchester City y Chelsea y a estos les siguió, ya casi de madrugada, Liverpool, Arsenal, Tottenham y United. Prefirieron la voz de sus aficionados y de su propio primer ministro
Nadie quería ese monstruo
No hubo necesidad que la UEFA o la FIFA, rectores del fútbol, tuvieran que acudir a sanciones, sólo amenazas hasta ahora, porque todos los países se mostraron contrarios a este adefesio
La Federación israelí de fútbol fue de las primeras en mostrar su negativa y su apoyo a los entes institucionales. Muy clara estuvo esta federación
¿Y el futuro?
La primera tentativa "super liguera" resultó un fracaso para sus propiciadores, pero es de suponerse que bolsillos tan repletos de dólares no vayan a cesar pacíficamente en sus aspiraciones.
Pero el deporte, que puede, es cierto sacar debilidades de sus practicantes, se solidifica en momentos en los que por encima de los triunfos o derrotas en el campo está la solidaridad humana, que esa si que no puede ser superada por los reyes de los anillos.
Fuentes: San Franciso Chronicle / Clarín