Y la historia vuelve a repetirse en Israel. Benjamín Netanyahu vuleve a ser primer ministro del Estado judío, al contar con el apoyo de los partidos de la ultraderecha en el Knéset.
El Político
Con más del 80% de los votos escrutados, Israel se encamina a culminar su quinta elección en los últimos cuatro años, y Netanyahu, quien ha ocupado el cargo en varias oportunidades, gobernará contando con el apoyo del ultranacionalista Partido Sionista Religioso, cuyos miembros emplean una retórica incendiaria contra los árabes y el colectivo LGBTQ.
Bajo esta perspectiva, es muy probable que se reduzcan las posibilidades de lograr la paz con los palestinos y se apuesta a un incremento en las diferencias con el gobierno de Estados Unidos y con sus partidarios allí.
El recuento mostró también que Netanyahu habría superado a sus detractores, que afirmaban que no era apto para gobernar mientras estaba siendo juzgado por corrupción y se negaron a formar gobierno con él.
Sus socios han prometido ayudarle a eludir una posible condena.
Un gobierno nacionalista
“Estamos al borde de una victoria muy grande”, dijo Netanyahu, de 73 años, a sus partidarios en un acto en Jerusalén.
“Estableceré un gobierno nacionalista que velará por todos los ciudadanos israelíes sin excepción”.
La votación, como las anteriores, fue muy ajustada, pero los indicadores mostraban que Netanyahu volvería a ser primer ministro con una firme mayoría entre los 120 escaños del parlamento israelí.
Se esperan los resultados finales para el viernes. Los cientos de miles de boletas restantes, principalmente de aquellos que votaron en lugares alejados de su domicilio, como residencias para ancianos, requieren un proceso adicional de verificación, que toma su tiempo.
Estas podrían sumarse a las de los oponentes de Netanyahu y reducir la amplitud de su mayoría.
Ante la previsión de que Netanyahu y sus aliados obtengan más de los 61 diputados necesarios para formar gobierno, la prolongada crisis política podría terminar, aunque la nación está tan dividida como siempre.
Si los aliados de Netanyahu salen victoriosos, las negociaciones para armar una coalición de gobierno estable podrían durar semanas.
Netanyahu fue el primer ministro que más años ha ejercido el cargo en Israel, con 12 años de gobierno consecutivos y 15 en total, antes de ser reemplazado el año pasado por una coalición diversa encabezada por el centrista Yair Lapid.
Pero el grupo formado por Lapid, que incluyó a la primera formación árabe en un gobierno israelí, se vio afectado por los conflictos internos y colapsó tras poco más de un año en el poder.
Según los sondeos, esas formaciones obtendrían apenas 54 escaños.