La Ciudad Universitaria de Caracas, campus principal de la Universidad Central de Venezuela, fue declarada Patrimonio de la Humanidad en diciembre de 2000. Koichiro Matsuura, el entonces director general de la Unesco, resumió las razones de la decisión: “La Ciudad Universitaria es una obra maestra, un ejemplo de realización coherente de los ideales artísticos, arquitectónicos y urbanísticos de principios del siglo XX”.
Hoy "La Casa que vence las sombras" en Venezuela, vive la misma situación que un país que es víctima de la peor crisis humanitaria de su historia.
El Político
Dos décadas después, este paradigma de arte, urbanismo y arquitectura de Venezuela; va camino de convertirse en una ruina, según lo revela un artículo publicado por The New York Times. Esto ocurre como si aquel extraordinario reconocimiento, hubiera sido una condena en vez de un premio a la excelencia.
La educación devastada en Venezuela
Venezuela está devastada por razones que van de la desidia a una avasallante corrupción. La producción de la industria petrolera ha caído a niveles de los años cuarenta del siglo pasado; hundiendo de manera escandalosa, a esto se le suma la hiperinflacionaria y dolarizada economía.
En Venezuela hay más tragedias, que pesan en la conciencia y en el alma, como la gradual degradación y destrucción del sistema educativo.
En el artículo del New York Times, se hace referencia a la desintegración completa de un país; la Universidad Central de Venezuela siempre estuvo a la vanguardia de las nuevas visiones y opuesta al autoritarismo en todo el siglo XX.
Tras llegar al poder en 1999, Hugo Chávez intentó seducirla con poemas y citas tomadas de los libros de moda. Pero jamás logró doblegarla negándole recursos económicos esenciales para su sobrevivencia, al igual que la dictadura de Maduro. En 2007, los estudiantes de la UCV se levantaron junto con los de universidades privadas en Venezuela. Así iniciaron una serie de protestas contra las medidas autoritarias del gobierno contra la libertad de expresión. Y fueron fundamentales para derrotar la reforma constitucional propuesta ese año.
La dictadura al acecho
Los partidarios de Chávez nunca pudieron ganar en las elecciones universitarias. Al contrario, cuando se hizo evidente el capitalismo salvaje y opresor del chavismo; la UCV renovó su espíritu opositor y ahora, en la óptica de la dictadura madurista, simplemente no existe. No hay represión más hipócrita que la desidia y la asfixia. Estamos hablando de un régimen cuya noción de mantenimiento en Venezuela es mantener a la cultura bajo la lápida de un absoluto abandono, como es patente en el sistema de museos nacionales.