La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, de visita oficial en Islamabad, afirmó hoy que Pakistán debe aprovechar el actual momento para continuar con las reformas para lograr un crecimiento más inclusivo.
Pakistán finalizó el mes pasado con éxito un programa de tres años del FMI por valor de 6.600 millones de dólares destinado a evitar una crisis en la balanza de pagos, la primera ocasión en la que el país asiático lograba acabar un plan de este tipo tras fracasar las 10 veces anteriores.
Lagarde, la primera directora del FMI en visitar Pakistán en una década, felicitó a las autoridades del país por la finalización del programa, por la reducción de subsidios, la privatización de empresas estatales y el aumento de sus reservas de divisas, pero remarcó que deben realizar más reformas.
"Pakistán debe aprovechar el momento para hacer frente a sus desafíos económicos y crear los cimientos para mejorar la calidad de vida de todos los segmentos de la sociedad", dijo la francesa en una rueda de prensa junto al ministro de Finanzas, Ishaq Dar.
Para ello Lagarde señaló que es necesario continuar con "importantes reformar estructurales" en el sector de la energía, poner fin a las pérdidas de las empresas públicas, mejorar la gobernabilidad, reducir el déficit público, aumentar las exportaciones e incrementar la recaudación de impuestos.
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Además, la directora del FMI indicó que se debe fortalecer la salud, la educación, acabar con la brecha de género y proporcionar una mayor protección social a la sociedad para lograr un crecimiento más inclusivo.
De acuerdo con los datos del Gobierno, un tercio de los 200 millones de paquistaníes viven en la pobreza.
Dar indicó que el país está haciendo un esfuerzo por lograr un crecimiento que incluya a todos los sectores de la sociedad y señaló que el gasto en desarrollo ha aumentado de 2.800 millones de dólares hace tres años a 7.600 millones de dólares en 2016.
El Ejecutivo del país asiático fijó el crecimiento para el año fiscal 2016-17 (del 1 de julio al 30 de junio) en el 5,7 % y en el 7 % para el ejercicio 2017-18.
Pakistán, un país golpeado por la insurgencia islamista en los últimos años, presenta una economía dependiente de préstamos internacionales y una falta acuciante de energía, que le obliga a racionar la electricidad y lastra su desarrollo.
Con información de EFE