Cada 30 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Víctimas de Desapariciones Forzadas. Encontrar los cadáveres, entregar los restos, y acompañar a los dolientes resulta una tarea indispensable en el mundo contemporáneo
El Político
La desaparición forzada se ha convertido en un problema mundial que no afecta únicamente a una región concreta del mundo. Las desapariciones forzadas, que en su día fueron principalmente el producto de las dictaduras militares, pueden perpetrarse hoy día en situaciones complejas de conflicto interno, especialmente como método de represión política de los oponentes.
Son motivo de especial preocupación: el acoso de los defensores de los derechos humanos, los parientes de las víctimas, los testigos y los abogados que se ocupan de los casos de desaparición forzada; el uso por los Estados de la lucha contra el terrorismo como excusa para el incumplimiento de sus obligaciones;
y la todavía generalizada impunidad por la práctica de la desaparición forzada.
Debe prestarse también especial atención a los grupos de personas especialmente vulnerables, como los niños y las personas con discapacidad.
Cientos de miles de personas han desaparecido durante conflictos o períodos de represión en al menos 85 países de todo el mundo.
Al menos 45.630 personas han desaparecido en Colombia en el marco del conflicto armado interno. Para honrar su memoria y la de sus seres queridos, Desde su creación en 2012, la Unidad para las Víctimas ha atendido a cerca de 2.000 familiares de personas desaparecidas forzadamente en el marco de la estrategia de recuperación emocional a nivel grupal. También ha brindado acompañamiento psicosocial a 1.600 familias durante la entrega de restos y cadáveres de sus allegados
https://news.un.org/es/story/2019/08/1461382