"Esa es la pregunta del millón de dólares… pero depende de gran variedad de factores", explica el profesor Christoph Trebesch, del Instituto para la Economía Mundial de Kiel (IfW, Kiel). En cualquier caso, tendrá que renegociar su deuda.
El Político
La provincia de Buenos Aires, que ha hecho frente in extremis a un vencimiento inminente de deuda mientras el presidente del país, Alberto Fernández, recaba apoyos en Europa.
Con la gira europea, que lo llevó a Italia, Alemania y España, Alberto Fernández busca conseguir apoyos políticos de peso para negociar un reescalonamiento de los vencimientos de la abultada deuda exterior argentina. Hasta el momento el presidente argentino apuesta a una reconversión de la deuda, con un lapso de cuatro años de pago sólo de intereses, según informes extraoficiales.
La gira sigue en Madrid, donde la comitiva argentina estará sólo por unas horas, aunque suficientes para ser recibidos por el jefe de gobierno, Pedro Sánchez, el rey Felipe y empresarios con inversiones en el país.
Pedro Sánchez, además de ser recibido por el rey Felipe VI en su residencia oficial en la cuarta escala de un viaje que ya lo llevó a reunirse con el Papa Francisco y el presidente italiano Sergio Matarella, en Roma, y con Angela Merkel el lunes en Berlín. Fernández, primer dignatario extranjero que viaja a España tras la toma de posesión del nuevo gobierno español, arribará a Madrid a las 13:25 hora local, y junto a la comitiva argentina se dirigirá rumbo al Palacio de la Moncloa para almorzar con Sánchez.
Posteriormente, el presidente argentino viaja unos 15 kilómetros a lsa afueras de Madrid para reunirse con el rey Felipe VI en el palacio real de La Zarzuela a las 16.30 horas (12.30 hora de Buenos Aires). La reunión con el rey tendrá lugar en el despacho del monarca.
"Desde mi punto de vista, es una cuestión de tiempo que Argentina tenga que pedir una condonación de deuda", opina. "Una mera reducción de los cupones" o un alargamiento de los plazos "no va a ser suficiente", concluye.
sombra del impago planea de nuevo sobre Argentina. El problema de la economía argentina es que tiene una alta dependencia de la deuda externa. Es "adicta a los dólares", resume Trebesch. Y "una y otra vez se endeuda demasiado y demasiado rápido". "Argentina es un mercado emergente atípico", porque otros países han mostrado también esa dependencia hacia la financiación extranjera, pero han conseguido basar su crecimiento posterior en el mercado interno y en su propia divisa.
Para Trebesch, el FMI se ha arriesgado también en las últimas décadas otorgando grandes paquetes de rescate a países altamente endeudados, aunque no eran sistémicamente relevantes. El mayor fue el concedido a Argentina, seguido del concedido a Brasil en 2002, a Grecia en 2010 o a Portugal en 2011. Un impago no dañaría únicamente la reputación de Argentina, sino también la del Fondo Monetario Internacional, advierte este analista en una investigación reciente sobre el tema
Deuda privada, atomizada y en moneda extranjera
Sin embargo, el economista de la Universidad de Buenos Aires Julián Leone recuerda que "la mayor parte de la deuda no es con el FMI". Esta supone únicamente una parte del total, que suma 310.000 millones de dólares. También las regiones están endeudadas, y no únicamente la de Buenos Aires. Además, algo más de un tercio es deuda privada. Y tanto esta como la deuda pública está, en muchos casos, en manos de una diversidad de fondos de inversión, entre los que destacan los europeos y, sobre todo, alemanes (Allianz es el principal, por delante del estadouniense Franklin Resources Inc.).
"Yo siempre les pregunto a mis alumnos: ¿la deuda es buena o es mala?… y no es ni buena ni mala, depende de para qué tomas la deuda y a qué tasa", y de la rentabilidad que se obtenga invirtiendo ese dinero, explica Leone. "Si me endeudo al 4% y crezco al 1% estoy creando un cuello de botella del que no voy a poder salir". El problema de Argentina es que se ha visto inmersa en una recesión que dura ya casi dos años y que más del 80% de su deuda está denominada en moneda extranjera.
Leone recuerda que Japón es el país más endeudado del mundo en relación a su economía (más del doble de deuda que de producto interior bruto), "y no parece tener ningún tipo de crisis de deuda". "En Argentina esa ratio no llega al 92%, pero la historia crediticia del país enciende las alarmas de muchos acreedores ante cualquier duda".
Para el decano de Colegio de Economistas de Madrid, Pascual Fernández, "el escenario sería muy distinto si Argentina estuviera creciendo al 2% o al 3%". Pero la clave es recuperar la credibilidad. "Es importante que el gobierno argentino traslade la sensación de que está haciendo todo lo posible por cumplir sus compromisos", dice para explicar la gira europea del presidente Alberto Fernández. "Aunque luego no lo consiga", añade el economista español.
Para él, su receta sería abordar reformas que fomenten la competitividad y los sectores más fuertes de su economía. "También el gobierno anterior pareció estar pisando un campo de minas, no sé si le faltó tiempo o hubo errores… aunque eso es muy fácil decirlo después", indica Fernández, pese a estar convencido de que "el proteccionismo anterior tampoco funcionó y sería un error volver a él".
"Fondos buitre" y reinserción financiera
La deuda externa mantiene en vilo a Argentina desde 2001, cuando el Gobierno se declaró en cesación de pagos. Luego de una reestructura de la deuda en los años siguientes, queda ahora un resto de deuda con los "fondos buitre", que dificulta la reinserción financiera internacional del país.
Aunque muchos argentinos le atribuyen sus penurias al mandato de Cristina Fernández de Kirchner, su sucesor no pudo sacar al país del atolladero en que se encontraba. Ahora Macri intenta dar un golpe de timón.
Alberto Fernández insta a materializar acuerdo UE-Mercosur
El presidente Alberto Fernández rechazó este miércoles en Francia los cuestionamientos de quienes advierten que su gobierno no posee un programa económico y que ello es crucial para lograr un acuerdo con los acreedores privados, fundamentalmente con el FMI.
"No es verdad que no tenemos plan, es verdad que no lo contamos. Y no lo contamos porque estamos en plena negociación. Sería descubrir las cartas. Estamos jugando al póker y no con chicos", explicó el Jefe de Estado al responder preguntas de los alumnos durante la clase magistral que brindó en el Instituto de Estudios Políticos de París (Sciense PO París).
Luego, Fernández se limitó a decir que "el plan es poner en funcionamiento la economía argentina" y resaltó que por ello se reunió con empresarios en cada uno de los países que visitó desde que asumió la Presidencia en diciembre pasado.
"Tampoco quiero que la solución sea la eterna ayuda a los sectores más necesitados. Necesito que esos sectores puedan generar su propia fuente de ingresos", expresó
Consultado sobre la decisión del gobernador bonaerense Axel Kicillof de pagarles a los acreedores privados de la provincia ante las frustradas negociaciones para reestructurar esa deuda, Fernández dijo que coincidió con esa voluntad pero aclaró que ello no indica que la Argentina esté en condiciones de afrontar sus compromisos.
Martín Guzmán aseguró que “la austeridad fiscal” para pagar deuda “no funciona” y que “hace la situación peor”
"Hay momentos en que un gobernador enfrenta dilemas. ¿Qué mensaje estoy dando pagando? La deuda argentina es insostenible de pagar e imposible de pagar en estos términos. No queríamos que nadie piense que estamos condicionando ese proceso de discusión. Coincidimos en que pague, pero no quiere decir que esté en condiciones de pagar, Argentina está impedida de cumplir sus obligaciones. Argentina necesita reordenar esa deuda", amplió.
Durante el espacio para responder preguntas de los alumnos del Sciense PO París, Fernández también recibió la consulta de un joven que integró la jefatura de Gabinete de la Cancillería argentina durante la gestión de Jorge Faurie. Se trata de Ian Sielecki, quien quiso conocer la visión del Presidente respecto a la responsabilidad del peronismo en la situación que afronta actualmente la Argentina.
"El peronismo tuvo muchas culpas, pero muchas más culpas tuvieron los que se fueron. Dejaron muchos más problemas los demás . Somos expertos en resolver problemas que otros dejaron", le respondió el primer mandatario, pero la advirtió que "no tiene sentido repartir culpas" porque "lo único que nos tiene que preocupar es que hay un 40 por ciento bajo la línea de la pobreza".
Además, en medio de las gestiones a contrarreloj ante el FMI, Fernández reiteró que la Argentina está "asediada por una deuda cuantiosa que ha sido tomada irresponsablemente en muy poco tiempo".
"Y el problema no es que se tomó mucha deuda en muy poco tiempo. El problema es que además se comprometieron a pagarla muy rápido y esa es una ecuación imposible", manifestó Fernández.
Lamentó que "a veces, en nombre de la libertad de los mercados, en nombre de la apertura económica, se condena a los pueblos a lo que está condenado hoy mi pueblo, el de la Argentina".
Por el contrario, el Jefe de Estado advirtió que el "capitalismo lo que necesita es gente que se desarrolle y consuma" y remarcó que "si eso no existe, el capitalismo se pone en crisis".
"Cuando el capitalismo deja de invertir para generar empleo, producir, dar trabajo, permitir el desarrollo social y a cambio de eso especula financieramente, el capitalismo fracasa. Inexorablemente el capitalismo fracasa", planteó.
Habla con el Papa y apoya el aborto
La gira de Fernandez no ha estado exenta de paradojas, como el hecho de que hablo con el Papa Francisco y al poco tiempo anuncio que apoyaba las leyes a favor del aborto. El papa Francisco habló de la deuda ante la titular del FMI: “No se puede pretender que se pague con sacrificios insoportables”
El primer mandatario repudió la especulación financiera. "Lo que hace falta es hablarnos con la verdad y ver qué empezamos a hacer para cambiar esta realidad", apeló.
"Ahora resulta que el capitalismo me dice que para arreglar la sociedad le tengo que sacar los derechos. Es para pensarlo, algo no está bien. Nos hicimos fuertes dándole derechos a los que trabajan, nos hicimos fuertes dándole salud a los viejos y ahora tenemos que quitar todo eso. Algo no anda bien", rechazó.
Al respecto, consideró que "un gobierno que le quita derechos a su gente es un gobierno que hace retroceder a su sociedad" y propuso que "el secreto es ver cómo seguimos garantizando derechos a nuestra gente, para que sigan encontrando posibilidades de desarrollo".
"Hay que hacerlo con racionalidad, con sensatez. No se trata de imprimir y gastar plata. Se trata de hacerlo bien, de corregir los sistemas impositivos para que los que más tienen pongan más dinero en favor de los que menos tienen", aclaró.
Sumando apoyos
El presidente Alberto Fernández logró su objetivo de conseguir el apoyo de la canciller alemana Angela Merkel a la estrategia de renegociación de la deuda con el Fondo Monetario Internacional. Merkel escuchó durante la cena en la sede del gobierno alemán la exposición del ministro de Hacienda, Martín Guzmán, quien le adelantó los ejes de la propuesta que llevará la semana que viene a Congreso, que tiene como principio rector la "sustentabilidad" de nuevos plazos que acompañarán la reactivación económica. Pese al inusual horario nocturno, el encuentro se extendió casi una hora más de lo previsto y, a su término, Merkel salió hasta la vereda para despedir a Alberto Fernández. En la comitiva argentina percibieron una buena sintonía entre ambos. El Presidente volvió al hotel de muy buen humor.
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"Es como si usted me invitara a bailar un tango y yo estuviera en terapia intensiva", graficó Alberto Fernández a Merkel la situación del país frente a los pagos que debe afrontar en la situación de recesión y altos niveles de desempleo y pobreza que dejó el macrismo como herencia. Algo similar les había planteado por la mañana a los empresarios alemanes con inversiones en Argentina con los que desayunó en el hotel Regent en el que se hospedó
A propósito de Mauricio Macri y su legado, el nombre del ex presidente fue mencionado tanto en el desayuno como en la cena. En ningún caso bien, sino que para todos fue una decepción por lo que prometía y no hizo. "Cuando fue lo del G20 yo tuve una impresión distinta", comentó Merkel luego de escuchar la demoledora descripción que hicieron Fernández y Guzmán sobre la situación de la economía argentina.
Merkel viajará en los próximos días a Africa, por lo que recibió a la comitiva argentina en un hueco de su agenda. Por eso lo atípico del encuentro con cena. Merkel recibió en el ingreso del moderno edificio de la cancillería a Fernández y luego pasaron a la presentación de las respectivas comitivas.
El presidente argentino le recordó a Merkel que se conocían de una lejana cumbre Unión Europea-Mercosur que se hizo en Viena 15 años atrás, donde ya se había discutido en firme sobre la posibilidad de un acuerdo de libre comercio. El antecedente le sirvió al presidente argentino para asegurar que él no está en contra del acuerdo, pero que debe ser uno en el que "ganemos todos". Siguiendo el formato europeo, hicieron una declaración conjunta a la prensa antes de reunirse y comentaron aquel antecedente vienés.
La canciller estaba muy interesada en conocer en detalle la situación política en América del Sur. La charla repasó los acontecimientos en Venezuela, Bolivia, Colombia, Chile, Perú y México.
Merkel quiso saber por qué en Argentina, pese a la crisis social, no había ocurrido un estallido como en Chile o Ecuador. "Porque en Argentina había elecciones y la gente pudo poner sus expectativas allí", respondió el Presidente. El razonamiento le sirvió para explicar su necesidad de primero hacer crecer la economía y atender las necesidades sociales más urgentes para recién después de un período de cuatro años de gracia honrar los pagos de la deuda. Por otro lado, como detalló Guzmán, la renegociación será "sin quitas y sin condiciones". "Estoy de acuerdo con lo que platean. Los vamos a apoyar", les aseguró Merkel. Era exactamente lo que habían ido a escuchar.
Luego, Alberto Fernández le comentó su reciente visita al Vaticano y de cómo el papa Francisco le había hablado en muy buenos términos de ella. "Sí, pero nunca vino a Alemania", le dijo Merkel, con cierto desencanto. "Bueno, a Argentina tampoco", le contó Fernández. Concluyeron que, evidentemente, Francisco había preferido recorrer países más postergados, acorde con su prédica pastoral.
Dada la situación de convulsión del continente, Merkel dijo ver a Alberto Fernández como "un líder emergente" de la región. El Presidente le respondió que contara con él para cualquier cosa que pudiera necesitar de América Latina que él haría lo posible por ayudarla. Por ejemplo, hacerle de contacto con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, a quien dijo no conocer.
Encuentros intelectuales en Francia
Además de reunirse con un selecto grupo de empresarios franceses, que aprovecharon la oportunidad para reclamar por que se habiliten alguna forma de remesar sus ganancias aunque terminaron aplaudiéndolo, el presidente Alberto Fernández brindó una conferencia "magistral en el Instituto de Estudios Políticos de París, más conocido como Sciences Po.
Antes de su discurso, mantuvo una reunión con el economista Thomas Piketty, conocido mundialmente por sus estudios sobre la desigualdad y cómo esta atenta contra el desarrollo económico. Justamente el tema de la desigualdad estuvo en el centro de las palabras del Presidente. Sin embargo, el mayor aplauso, llegó cuando reafirmó que mandaría al Congreso un proyecto de ley para permitir el aborto a todas las mujeres que decidieran llevarlo adelante, tratando el tema como un problema de salud pública, el pago de la deuda tambien lo es