Son muchos los parecidos entre el reelegido presidente sirio Bashar Asad y el presidente venezolano Nicolás Maduro. Entre Maduro y Basad suman 14 millones de desplazados.
El Político
El presidente sirio ganó su tercera reelección. Los del miércoles pasado eran los segundos comicios presidenciales desde el inicio de la guerra.
El portavoz de la Asamblea Popular, Hammouda Sabbagh, anunció este jueves por la noche que el Rais "ganó con 13.540.860 votos, el 95,1% del total", con una asombrosa participación del 78,6%.
Los parecidos entre Maduro y Asad
Tanto Maduro como Asad tiene ante sí la difícil tarea de mantener a flote un país arruinado. Además, marcados por las sanciones impuestas por EEUU el año pasado y secundadas por la UE. Las cuales, obstaculizan las transferencias económicas y el comercio.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, felicitó a su homólogo sirio, Bashar Asad, por la reelección conseguida en las elecciones del pasado 26 de mayo, recoge un comunicado del Ministerio de Exteriores venezolano.
"El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en nombre del pueblo y Gobierno venezolanos, felicita al pueblo sirio por la ejemplar jornada democrática celebrada 26 de mayo de 2021, que se traduce en el amplio e inobjetable triunfo del hermano presidente de la República Árabe Siria, Bashar Asad", dice el texto.
Grandes semejanzas entre los dos
En ambas naciones, la mayoría de la población vive bajo el umbral de la pobreza. También, la divisa local se devaluó de forma galopante durante los últimos tiempos. De igual modo, la corrupción aumenta cada día y compromete el desarrollo y la recuperación.
Como en Venezuela, Asad se valió de opositores tolerados por el sistema, para consolidarse, y los otros candidatos quedaron completamente eclipsados.
Celebraciones públicas
Los medios estatales sirios mostraron numerosas imágenes de fiestas callejeras en las principales ciudades de la Siria gubernamental, entre ellas Homs, Tartus y Lataquia.
En Damasco, los disparos al aire celebrativos se fundieron con los fuegos artificiales, y multitudes cantaban "¡Con nuestra alma y con nuestra sangre te defenderemos, Bashar! ¡Dios, Siria y Bashar!".
Utilizan los mismos mecanismos de marchas y celebraciones a las que deben acudir obligatoriamente quienes trabajen con el gobierno.
Maduro y Basad suman millones de migrantes
La franja norte de Siria sigue fuera del control del Gobierno, en manos kurdas o de milicias extremistas y pro Turquía. Como en Venezuela, donde grupos terroristas y narcotraficantes se han ido apoderando de zonas fronterizas.
Aunque al menos ocho millones de desplazados viven en esas zonas, el líder se vanaglorió de una victoria. En Venezuela, los cálculos más prudentes hablan de cinco a siete migrantes que huyen del país debido a la falta de opciones para vivir.
Elecciones cuestionadas por occidente
Las elecciones en Siria, como las venezolanas, son cuestionada por funcionarios europeos y estadounidenses. Estos países, alegan que esas elecciones vulneran las resoluciones de la ONU para resolver el conflicto, carecen de observadores internacionales y no representan a todos los sirios.
Mientras Maduro descalifica a los opositores, antes de la votación, Bashar Asad dijo que estas críticas tenían "cero importancia" para él.
Las victorias cosméticas los consolidan
Numerosos analistas, señalan que esta victoria, incluso cosmética, puede contribuir a la consolidación política de Asad. Lo mismo se dice de Maduro, quien logró conformar una Asamblea Nacional con mayoría de gobierno y ahora convoca a elecciones parlamentarias.
No sólo Rusia, Irán o incluso Venezuela -el primer país que felicitó a Asad por la victoria-, sino también China o incluso Arabia Saudí, que antaño financió con armas a los opositores, quieren acercarse a Damasco.
Bashar al Asad fue reelegido, sin sorpresa, presidente de Siria para un cuarto mandato, en unas elecciones celebradas en un país destrozado por la sangrienta guerra, a pesar de las acusaciones de Occidente de que los comicios no eran “ni libres ni justas”.
Rechazo de la oposición
La Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), principal coalición opositora en el extranjero, expresó su rechazo a la “farsa” de las presidenciales celebradas el lunes.
“El pueblo sirio no reconoce esta despreciable farsa. Las acciones del régimen sólo aumentarán la determinación del pueblo a seguir con la revolución. Hasta que el criminal Al Assad rinda cuentas por sus crímenes, entre ellos los cometidos en Duma y Ghuta Oriental”, dijo el presidente del organismo Nasr al Hariri.
Falsificadas y manipuladas
Por su parte, el opositor Hadi al Bahra, copresidente del comité constitucional de Siria,resaltó que “las elecciones se celebraron sin legitimidad”. “Forzaron a los que están al cargo a falsificar y manipular sus resultados”, manifestó en Twitter.
Se trata de las segundas presidenciales desde que en 2011 comenzó una guerra en la que participan numerosos beligerantes y potencias extranjeras. Iniciado con la represión de las protestas prodemocráticas en el marco de la Primavera Árabe. El conflicto ha dejado más de 388,000 muertos y ha llevado al exilio a millones de sirios.
Ignoran los comicios
En una Siria polarizada por la guerra, las regiones autónomas kurdas del noreste van a ignorar los comicios, al igual que el último bastión yihadista y rebelde de Idlib (noroeste), donde viven unos tres millones de personas.
La ley electoral exige que los candidatos hayan vivido en Siria diez años consecutivos antes de los comicios, por lo que quedaron excluidas de facto las figuras de la oposición en el exilio, muy debilitada. Su principal coalición denunció que los comicios eran una “farsa”.
Inocultable el parecido con Venezuela
Con una depreciación histórica de la moneda, una inflación galopante y más del 80% de la población viviendo en la pobreza, según Naciones Unidas, el parecido con Venezuela es inocultable.
Siria, como el propio Asad, es objeto de sanciones internacionales. Tal como le ocurre a Nicolás Maduro, mientras, las necesidades para la reconstrucción son gigantescas, en ambas naciones.