Las sanciones europeas contra Bielorrusia suponen un duro revés para la economía de la antigua república soviética, pérdidas multimillonarias, según los expertos, que no podrá compensar Rusia, el principal aliado del régimen de Alexandr Lukashenko.
El Político
"Esta noticia es claramente mala para las autoridades. Los expertos estiman que la caída del producto interior bruto (PIB) oscilará entre el 0,5% y el 7%", comentó a Efe el economista Lev Lvovskiy.
La Unión Europea (UE) había adoptado en el pasado toda clase de restricciones contra el país, incluido sanciones personales contra Lukashenko, considerado el último dictador de Europa, y otros altos funcionarios, cuyas cuentas bancarias fueron congeladas, pero nunca había aprobado sanciones sectoriales.
Sanciones sin precedentes a Bielorrusia
"Este es un nuevo precedente para Bruselas. Nadie esperaba sanciones sectoriales. La histeria se habrá apoderado del entorno de Lukashenko", comentó Anatol Kotau, opositor que antes trabajó en la administración presidencial.
Bruselas ha decidido introducir restricciones a la exportación de productos básicos para la supervivencia del régimen y de la economía planificada bielorrusa, como petróleo y potasa.
Lukashenko ha mantenido a flote a su autoritario régimen desde 1994 gracias, en gran medida, al crudo procedente de Rusia a precios por debajo del mercado. Minsk ha exportado durante años gasolina y otros productos refinados a precios internacionales.
Presión sobre el petróleo
"Todo depende de cómo se apliquen esas restricciones y cómo algunos países defiendan sus intereses e intenten aliviar esas sanciones", explica el politólogo Dmitri Bolkunets.
Los principales importadores de productos petroleros bielorrusos son el Reino Unido y Ucrania. Cada uno de esos países dejó unos 2.000 millones de dólares en las arcas bielorrusas.
"Al imponer sanciones, la UE demuestra que está dispuesta a sacrificar sus negocios en Bielorrusia. Es muy importante cómo actuarán el Reino Unido y Ucrania. ¿Imperará el deseo de sumarse a las sanciones o el beneficio personal?", se preguntó Lvovskiy.
Bielorrusia pierde $10.000 millones anuales
Las pérdidas podrían ascender a 10.000 millones de dólares anuales, tanto por la reducción de ingresos por exportación como por los problemas que afrontan sectores como el de aviación después del controvertido desvío a Minsk de un avión de Ryanair con un periodista opositor a bordo, Román Protasevich, detonante de las actuales sanciones.
El punto más peligroso de las sanciones sectoriales son las restricciones financieras. Los expertos coinciden al afirmar que la imposibilidad para los bancos bielorrusos de recibir créditos en Europa es un problema muy serio para Minsk.
"Los bancos bielorrusos son marginados del mercado europeo de capital. Sólo pueden recibir créditos a pagar en 90 días. Estos son caros y poco efectivos", explica Kotau.
También alertan de los efectos secundarios de las sanciones como es el caso de que algunos socios opten por renunciar a hacer negocios con Lukashenko por miedo a las represalias.