Latinoamérica es una de las regiones más golpeadas por la pandemia, no solo desde el punto de vista sanitario sino también en su economía. La contracción económica en 2020 supera el 7%, situación que impacta el mercado laboral que la tenía problemas estructurales antes de la llegada del coronavirus.
El Político
De acuerdo con las recientes cifras ofrecidas por la Cepal (organismo de la ONU dedicado al análisis de la economía latinoamericana) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT); en 2020 la tasa de ocupación media en Latinoamérica cayó 7,2% entre los hombres y 10,2% entre las mujeres, reseña el diario Expansión.
Asimismo, el informe conjunto de estos organismos destaca que en total se perdieron16,2% de las horas de trabajo con respecto a 2019; porcentaje que duplica la media global situada en 8,8%. Las cifras demuestran que las mujeres han sufrido más que los hombres a causa de los efectos nocivos que ha tenido el Covid-19 en el mercado laboral, destaca Expansión.
Muchas de ellas tuvieron que dejar de trabajar para dedicarse al cuidado de sus hijos tras el cierre de los colegios; otras, simplemente, perdieron su empleo como consecuencia de las restricciones. Un ejemplo: la contracción del servicio doméstico significó que en esta categoría de alto nivel de ocupación femenina (supone cerca del 7% del empleo total entre las mujeres), perdieron su empleo una de cada cinco trabajadoras.
Por sectores, la contracción del empleo en 2020 fue mucho más profunda en sectores como la hostelería (19,2%), la construcción (11,7%), el comercio (10,8%) y el transporte (9,2%), que en conjunto concentran cerca del 40% del empleo regional. A su vez, la industria (8,6%) y otros servicios (7,5%) también registraron contracciones, mientras que en agricultura la pérdida de empleos fue comparativamente menor (2,4%).
La destrucción de puestos de trabajo en Latinoamérica fue mayor en el ámbito informal (economía sumergida) que en el formal; sobre todo al inicio de la pandemia.
Los retos para Latinoamérica
"El impacto relativamente mayor en el empleo informal se debe, en gran parte, a que el empleo formal se benefició en mayor grado de políticas públicas destinadas a proteger el vínculo laboral; como las suspensiones o reducciones de horario combinadas con subsidios estatales o prestaciones de los seguros de desempleo en algunos países", indica el informe citado por Expansión.
Según el estudio, entre los desafíos a vencer a corto y mediano plazo para una transición hacia la pospandemia están la destrucción y precarización de empleos; el aumento de la desocupación, la abrupta disminución de la participación laboral, y los efectos en el empleo y la participación de las mujeres.
Los organismos creen que la respuesta eficaz a esos desafíos dependerá de la efectividad y masificación de las medidas de control de la crisis sanitaria; así como de la robustez de la recuperación de la actividad económica. Destacan la importancia de la vacunación contra el Covid-19 en ese sentido. Asimismo, resaltan que el contexto está "marcado por la fragilidad del tejido productivo y el sostenimiento de las políticas de transferencias e ingresos para trabajadores, empresas y personas fuera de la fuerza laboral que los gobiernos han implementado desde 2020″.
El informe advierte de que es muy probable que los empleos formales no recuperen su tasa anterior a la pandemia en el corto plazo. Esto debido a las dificultades que están experimentando muchas empresas, muy especialmente las pymes y micropymes; responsables de la mayor parte de los puestos de trabajo legales en la región.
En ese sentido, Cepal y la OIT destacan que en esta ocasión se han destruido tanto empleos formales como informales, en comparación con contracciones económicas anteriores. En ese sentido, señala que por esa razón la economía sumergida (informal) no logró amortiguar la pérdida de empleos legales.
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