Los regímenes de izquierda en Latinoamérica parecieran tener más vidas que un gato. A los modelos tradicionales de Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela, ahora se le suman Argentina, Chile, Honduras, México y Perú, como naciones que han optado por el modelo izquierdoso para regir sus destinos.
El Político
Pero las cuentas no han terminado. Las encuestas indican que muy probablemente Brasil y Colombia también se sumen al grupo de naciones que abrazarían la ideología izquierdista.
Al parecer, las experiencias anteriores con regímenes de izquierda en Latinoamérica, con saldos negativos, no han servido para que los pueblos de la región prefieran un dirigente de centro o derecha.
Buscando culpables
La región posee un marcado desequilibrio económico. También se han incrementado las desigualdades sociales y el creciente descontento hacia los gobernantes de turno.
¿Cuál es el panorama que le espera a Latinoamérica si hay giro político a la izquierda? https://t.co/iVsz1BeAKN via @larepublica_co
— Moisés Naím (@MoisesNaim) March 15, 2022
Además, se ha evidenciado un manejo deficiente de la pandemia de la Covid 19. Todo esto ha impulsado un cambio de rumbo para los electores.
La balanza ahora se distancia de los líderes de centroderecha y de derecha, que eran la tendencia durante varios años.
Una falsa promesa
Los líderes de izquierda en Latinoamérica insisten en utilizar una misma promesa. Sus campañas siempre indican que al llegar a la presidencia de sus naciones, harán una distribución más equitativa de la riqueza.
Es como un disco rayado, que los ciudadanos escuchan hasta el cansancio, como una mentira que se convierte en verdad, de tanto repetirla.
Pero a las pruebas se remite la historia. La distribución más equitativa de la riqueza ha sido hacia los bolsillos de los gobernantes y su entorno. Ese es el verdadero rostro de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, marcados por la corrupción, el robo y el despilfarro de los dineros públicos.
El gigante asiático contento
Algunos analistas han expresado que el avance de los regímenes de izquierda en Latinoamérica podrían ser de gran ayuda para China.
Igualmente, este avance izquierdoso termina por socavar la influencia de Estados Unidos sobre la región. Pues China sigue apoyando a los regímenes autoritarios de izquierda. Como los casos de Cuba, Nicaragua y Venezuela.
Discursos auto excluyentes
El verbo de los gobernantes de izquierda tradicionalmente es antiimperialista. Esta manera de expresarse del vecino del norte termina por imposibilitar a la región un avance significativo. Tampoco les permite integrarse en las dinámicas económicas mundiales, que se manejan desde el mundo desarrollado. Es decir, Norteamérica y Europa.
En América Latina las barreras al comercio mundial son parte de la diatriba populista de políticos de izquierda. Estos no son capaces de ver oportunidades, solo problemas, al relacionarse con el primer mundo.
Gustavo Petro dio un golpe en el tablero presidencial colombiano al arrasar en la consulta del Pacto Histórico, que agrupa a la izquierda, y tendrá como rival a la derecha capitaneada por Federico Gutiérrez, mientras que el centro se hundió en las urnas.https://t.co/bpLEvmoNxZ pic.twitter.com/8S7Bx6ztYq
— EFE Noticias (@EFEnoticias) March 14, 2022
Adicionalmente, hoy el planeta está en plena crisis. De ella algunos saldrán fortalecidos, mientras otros seguirán —como de costumbre— dándose golpes de pecho.
Mantendrán el discurso trasnochado contra los conquistadores españoles o el villano Tío Sam. Mientras, la economía de la región se sigue contrayendo y generando más pobreza y desigualdad, más miseria y hambre, más contrastes y divisiones entre el norte y el sur.
Opiniones expertas
Pedro Mendes Loureiro, profesor de estudios latinoamericanos en la Universidad de Cambridge, ha comentado lo siguiente: "con el aumento de la inflación y el estancamiento de las economías, los nuevos líderes de América Latina tendrán dificultades para lograr un cambio real en los problemas profundos".
Mendes Loureiro reitera que: "en América Latina los votantes están eligiendo a la izquierda, simplemente porque es el turno de la oposición".
Por su parte, Eric Hershberg, director del Centro de Estudios Latinoamericanos y Latinos de la American University, ha dicho que: "la racha ganadora de la izquierda nace de un sentimiento generalizado de indignación".
Hershberg agrega que: "se trata de los sectores de la clase media baja y de la clase trabajadora, quienes sostienen que las élites se han enriquecido, han sido corruptas, y no han actuado en favor del interés público".
Así pues, pareciera que lo que se ha venido imponiendo en América Latina es el radicalismo y el populismo. Dos ingredientes que —ya es sabido— no contribuirán para sacar a la región Latinoamericana de la situación en que se encuentra.
El futuro que se vislumbra es gris y las perspectivas para los pueblos Latinoamericanos no pintan nada bien.
Pues América Latina no entendió el mensaje de: "si quieres cambios, no sigas haciendo lo mismo". Pero lo sigue haciendo: votar por la izquierda.