El senador republicano James Lankford (Oklahoma) y el congresista del mismo partido por Florida Mario Díaz-Balart enviaron este viernes una carta al presidente de EE.UU., Barack Obama, manifestando su "profunda preocupación" ante las nuevas medidas de su Gobierno hacia Cuba.
Los legisladores argumentaron que "la directiva es una extralimitación de las facultades de Administración con respecto a las sanciones promulgadas por el Congreso hacia Cuba, y contradice el compromiso de Estados Unidos con los derechos humanos".
"Escribimos para expresar nuestra profunda preocupación con respecto a su política de la Directiva Presidencial reciente, que además pretende debilitar las sanciones promulgadas por el Congreso contra el régimen comunista de (Raúl) Castro", alegan.
"Estos cambios, que su Administración alega están destinados a ‘ayudar a crear más oportunidades económicas’, eluden la ley actual una vez más y eluden al Congreso y al pueblo estadounidense", insistieron.
Ambos consideran además que tras el anuncio de la normalización de relaciones entre EEUU y Cuba en diciembre de 2014 "las condiciones de derechos humanos en el país han empeorado".
"En la isla, la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional ha documentado 8.616 detenciones por motivos políticos en 2015, y 8.505 detenciones por motivos políticos hasta septiembre de este año", apuntan los legisladores.
Además, añaden, varios de los prisioneros liberados por Cuba como parte del anuncio del restablecimiento de las relaciones diplomáticas volvieron a ser detenidos con incluso sentencias más largas de prisión, según el Departamento de Estado.
Los legisladores citaron además al director de Inteligencia Nacional, el general James Clapper, quien aseguró en febrero de 2016 ante la Comisión de Servicios Armados del Senado "que la dictadura de Castro seguía siendo una amenaza de espionaje a la par que Irán, sólo por detrás de China y Rusia".
Obama emitió el viernes pasado una directiva para hacer que la apertura hacia Cuba sea "irreversible", con la que pretende "consolidar" los cambios adoptados por su Gobierno dentro de la normalización bilateral iniciada en diciembre de 2014.
La nueva directiva presidencial se emitió acompañada de más relajaciones al embargo económico vigente sobre Cuba que permitirán, entre otras cosas, impulsar la investigación médica conjunta y ayudar a mejorar la agricultura y la infraestructura de la isla.
Las nuevas enmiendas al régimen de sanciones asociado al embargo impuesto a la isla fueron anunciadas por los departamentos de Comercio y del Tesoro, y entraron en vigor este lunes.
Pese a la orden de Obama, el embargo comercial que pesa sobre el país caribeño solo puede levantarse con la autorización del Congreso.
Con información de EFE