Durante los próximos diez meses, Estados Unidos va a presenciar una batalla judicial de gran calibre sobre el acceso al aborto en el país y en Texas ya se comenzó a dar.
El Político
Este será todo un laberinto en las cortes para los defensores del aborto, del cual difícilmente podrán salir victoriosos.
La ley antiaborto que se promulgó esta semana en Texas simplemente es un muy mal augurio para el futuro no solo de la interrupción del embarazo, sino sobre todo del estado de derecho en la nación, reportó El Espectador.
Ley antiaborto de Texas
Hace medio siglo, Estados Unidos reconoció el derecho constitucional de las mujeres a acceder a un aborto por medio del caso Roe v. Wade.
En este caso, la Corte Suprema dictaminó que una mujer podía elegir si continuaba o no con su embarazo amparada en el derecho constitucional a la privacidad.
Esto es importante para entender todo el entramado. La Corte Suprema no dijo “el aborto es legal”, sino que apuntó que las leyes que le negaban el derecho al aborto a las mujeres eran inconstitucionales, pues chocaban con el derecho fundamental a la privacidad. Y los procedimientos médicos, cabe resaltar, deben ser privados.
Así, el gobierno tiene que mantenerse neutral desde entonces: las legislaturas estatales no pueden pasar leyes que presionen a las mujeres a tomar una decisión como no abortar.
Grupos antiabortistas
Después de dicha decisión, los grupos antiabortistas atacaron el fallo de la Corte y trataron de impulsar leyes más restrictivas para limitar estos servicios, esto sin declararlos ilegales. Pero casi la totalidad de estas acciones radicales no tuvieron éxito, hasta hace poco.
En mayo de este año, la Corte Suprema, ahora dominada por una mayoría conservadora, dijo que asumiría la revisión de un caso presentado por Mississippi. Ese estado promulgó en 2018 una ley que restringe el aborto después de las 15 semanas. Sin embargo, esta chocaba con el precedente de Roe v. Wade de la Corte Suprema y por eso fue bloqueada.
Después del bloqueo, Mississippi llevó el caso a la Corte Suprema para que revise la decisión de hace 50 años de Roe v. Wade, resaltando que en el texto constitucional, según explica, no se ampara el derecho al aborto y por eso debe borrarse. Todo esto con el fin de eliminar la decisión de Roe v. Wade y permitir que los estados declaren el aborto ilegal.
Gobernador de Texas
Esta semana, el gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, firmó una ley que prohíbe los abortos después de la sexta semana de embarazo. Es decir, mucho antes de que la mayoría de mujeres si quiera sepa que está embarazada.
Y la ley fue redactada de tal manera que se salta las limitaciones impuestas por el caso Roe v. Wade y por otro caso muy famoso: Planned Parenthood v. Casey, en el que se protege el derecho a la mujeres a optar por un aborto antes de la viabilidad del feto.
La ley entró en vigor y ya está funcionando. Es decir, ahora las mujeres que opten por un aborto después de la sexta semana en Texas estarían incurriendo en un delito. El primer problema con esto es que el 85 % de los abortos en Texas ocurren luego de este periodo, pues es cuando la mujer se da cuenta que está embarazada.