El imaginario popular siempre alimenta mitos sobre el consumo de medicamentos. Pero hay mucha información errónea sobre el tema.
El Político
Hay mitos y creencias populares sobre los medicamentos tan arraigados que se repiten una y otra vez, sin que los farmacéuticos puedan hacer nada por remediarlo.
En el caso de los medicamentos OTC – Over The Counter, o de venta libre, que se adquieren sin récipe médico, los mitos son más arraigados.
Sin embargo, hoy vamos a intentar aclarar muchos de esos mitos y creencias populares sobre el consumo de medicamentos
Este es el trending-topic de los 8 mitos más comunes, relacionados con medicamentos que se escuchan en las farmacias.
El verano es un buen momento para hacer repaso junto a @boticariagarcia de los mitos clásicos de los medicamentos que se dispensan en la farmacia: ni el ibuprofeno de 600 es mejor, ni el omeprazol es un protector de estómago… https://t.co/weFUZyLdaJ
— El Mundo Salud (@elmundosalud) August 3, 2022
Mito 1."El Omeprazol
es un protector de estómago"
¡Error! El Omeprazol no constituye un protector de estómago. Aunque la costumbre de usarlo junto a los antiinflamatorios tiene tradición, lo cierto es que este famoso inhibidor de la bomba de protones no genera ninguna capa protectora, como algunos creen.
Su mecanismo de acción se basa en la disminución de la producción de ácido y su uso conjunto con antiinflamatorios debe ser valorado siempre por el médico.
Normalmente se emplea en caso de úlcera y otros problemas gástricos.
Mito 2. "Todos los antibióticos
deben conservarse en la nevera"
¡Error! Resulta cierto que algunos antibióticos deben conservarse a temperaturas bajas en el refrigerador.
Especialmente aquellos que se presentan en polvo y se reconstituyen con líquido, como la clásica amoxicilina. Si es así, se indica claramente en las instrucciones del medicamento.
Pero no todos los antibióticos requieren refrigeración.
#DíaEuropeoUsoPrudenteAntibióticos: mitos sobre estos medicamentos https://t.co/sqNyfzrjzm pic.twitter.com/IErijyXK0V
— en genérico (@engenerico) November 18, 2019
Mito 3. "El Nolotil con Coca-Cola
hace efecto más rápido"
¡Error! A pesar de que es una convicción muy extendida, especialmente en Sudamérica, hasta la fecha no se ha encontrado ninguna mecanismo de acción que avale tal afirmación.
Por cierto, aprovechamos para recordar que el Nolotil, nombre genérico metamizol, sí necesita prescripción médica para ser adquirido.
Mito 4. "Lo mejor para la tos de los niños
es un jarabe con codeína"
¡Error! La codeína es un opioide. Está autorizado para tratar el dolor de intensidad leve o moderada y la tos improductiva. Pero siempre bajo prescripción médica.
En 2013, la Agencia Europea del Medicamento revisó el balance beneficio-riesgo para el tratamiento de la tos.
Pero específicamente asociada a catarros en los niños. Decidieron que no resultaba una buena idea emplearlo, ni en menores de 12 años, ni en mujeres durante la lactancia.
Tampoco se recomienda usar codeína en pacientes de 12 a 18 años, que tengan problemas respiratorios.
Mito 5. "El ibuprofeno de 400 mg.
no me hace nada para el dolor de cabeza"
¡Error! Los estudios muestran que la dosis de 400 mg resulta suficientemente eficaz en el tratamiento del dolor leve y moderado.
Utilizar una dosis de 600 mg no añadiría ninguna ventaja en este tipo de dolor. Mientras que sí aumentaría la posibilidad de padecer efectos secundarios.
Si alguien padece un dolor de intensidad más grave, debe consultar con su médico, para que este le prescriba un tratamiento más específico.
Tomar medicamentos vencidos: mitos y realidades | @Danii_L https://t.co/bX0fad1Snl
— El Diario (@eldiario) July 21, 2022
Mito 6. "No pasa nada por tomar
medicamentos caducados"
¡Error! Aunque no es habitual que tomar medicamentos caducados tenga efectos tóxicos sobre la salud, el hecho de que ‘pase algo’ o no dependerá del fármaco en cuestión.
Si accidentalmente uno ingiere un medicamento caducado por algo leve como un resfriado o un dolor de cabeza no hay que preocuparse demasiado.
En el peor de los casos no surtirá ningún efecto, ni bueno, ni malo. Sin embargo, si se trata de un medicamento esencial para una enfermedad grave o crónica, lo aconsejable es consultar con el profesional sanitario de referencia.
Mito 7. "Si te olvidas de una dosis
siempre hay que tomar otra"
¡Error! Aquí el reloj juega en contra y es importante matizar. Si ha pasado poco tiempo desde el olvido podemos tomarla para recuperar la dosis perdida.
Pero si ya falta poco para la toma siguiente, lo aconsejable es esperar a la próxima. Lo importante es tener claro que no hay que doblar la dosis para compensar el olvido.
En caso de duda, lo que se aconseja es siempre consultar con el médico o farmacéutico de referencia o confianza.
La solución siempre dependerá del medicamento y la enfermedad. Por ejemplo, en el caso de los anticonceptivos, si se olvida durante las primeras 12 horas puedes tomarlo y listo. Pero si han pasado más de 12 horas, hacer una cosa u otra dependerá de la semana del ciclo en la que se esté.
#OAFIRadio | ¿Qué es un medicamento genérico? ¿Qué ventajas tiene? ?@ana_vieta, directora del área científico-técnica de @Kernpharma, nos cuenta todo lo que necesitamos saber sobre estos medicamentos y sus mitos en el #OAFIRadio de esta semana ??
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— OAFI Radio & TV (@OAFI_RadioTV) July 21, 2021
Mito 8. "Hay que tomar
los medicamentos siempre con el estómago lleno"
¡Error! Aunque es una recomendación muy acertada para muchos medicamentos. Un ejemplo son los fármacos gastrolesivos, como el ibuprofeno y otros Aines).
Sin embargo, existen principios activos que deben tomarse en ayunas, como algunos antirretrovirales.
Otros fármacos son más ‘selectivos’ y no se llevan nada bien con algunos alimentos en concreto, provocando efectos indeseables.
Por ejemplo, consumir aguacates junto con ciertos anticoagulantes puede reducir la absorción y el efecto del fármaco.
Y al revés, el famoso jugo de toronja puede aumentar la concentración en sangre de numerosos medicamentos. Llegando —incluso— a niveles tóxicos.
También es conocida la interacción de determinados antibióticos, como el ciprofloxacino, con los lácteos y las sales de hierro.
En este caso, la recomendación es espaciar dos horas la toma del medicamento y los alimentos.
Ante las dudas, siempre consulta con tu farmacéutico o médico de confianza.