El objetivo de muchos venezolanos cuyos sueldos en bolívares se hacen insignificantes, ante la creciente inflación nacional, es simple: conseguir un trabajo que pague en moneda extranjera.
Satya Toro/ El Nacional
Profesionales del país han optado por puestos freelance para conseguir un ingreso en dólares desde el exterior. Diseñadores, periodistas y community managers han conseguido la oportunidad de pertenecer a empresas o agencias que paguen en “moneda buena”. Sin embargo, algunas “modelos” venezolanas consiguieron un método “sencillo” para recibir divisas de forma independiente: los desnudos –coloquialmente llamados nudes-.
“Jamás lo llames prostitución, es simple pornografía”, explicó Génesis, quien mensualmente recibió desde 800 hasta 1.000 dólares por compartir fotografías y videos mediante redes sociales y medios de mensajería.
En Estados Unidos y algunos países de Europa esta práctica es “bastante común”. Entra en la categoría de Sex working; es decir, trabajos vinculados con el sexo como género de entretenimiento.
Quienes pagan por estas imágenes disfrutan de la exclusividad del material, de poder comunicarse directamente con la persona y de tener la posibilidad de pedir fotografías y videos personalizados.
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“Sí, debo mostrar la cara. A veces me da miedo que cuelguen mis fotos y videos en páginas pornográficas, pero ese es el riesgo. De todas maneras, creo que mis clientes son señores muy serios y esa es una de las cosas que hablamos previo al negocio”, relató la mujer dudosa.
Sus clientes son hombres, en su mayoría mayores de 40 años, que residen en Canadá, Panamá, Colombia, España, Portugal, Italia y varias ciudades de Estados Unidos; especialmente Miami. “La mayoría de mis clientes fueron venezolanos en el exterior. Muchos colombianos, españoles y panameños también”, reveló.
La joven de 23 años logró comprar un pasaje en la aerolínea Copa Airlines para irse a vivir a Panamá en abril de este año. “En Venezuela hice desnudos durante unos 4 meses antes de poder lograr salir. Tampoco me dediqué completamente a esto, pero no mentiré, sigo enviando fotografías a algunos clientes que conservo porque aquí (en Panamá) la cosa no está tan fácil como muchos creen”, admitió a El Nacional Web.
“No creas que soy súper fajada en esto, tengo amigas que sí se toman en serio este negocio y pueden llegar a ganar hasta 2.000 dólares al mes. En Venezuela le dediqué sólo un poco de tiempo, busqué fotógrafos y locaciones chéveres, para tener buen material, incluso temático”, prosiguió.
(FOTO REFERENCIAL)
Génesis, con cierto entusiasmo, detalló que sus clientes la contactan por sus cuentas de Instagram y Facebook mediante mensajes privados. “Ahí cuadramos todo: tarifas, medios, números de cuenta y formas de pago”.
Manifestó que muchos hombres llegaron a contactarla luego de que su cuenta de Instagram fuera promocionada en otro perfil de la misma red social que sirve de catálogo para modelos del país.
La joven posee una cuenta de Bank of América, pero también recibe pagos en su cuenta de Paypal. “En lo que veo que me envían los registros de transferencias, agrego a mis clientes en Whatsapp; ahí les envío el material”.
La oriunda de los Valles del Tuy confesó que en la actualidad trabaja mayormente con Snapchat, en el cual tiene unos 12 contactos a los que les cobra 25 dólares el mes por “contenido sexy y explícito”. Si sus clientes, suscritos a este servicio de Snapchat no pagan, Génesis los bloquea de la aplicación de mensajería directa.
(FOTO REFERENCIAL)
Un negocio lucrativo
Un promedio de 800 dólares fue lo que la joven ganó mientras se dedicó a esta actividad durante cuatro meses en Venezuela.
800 dólares, calculados a la tasa Dicom, que está en 11.311 bolívares por dólar, son 53 sueldos mínimos (177.507 bolívares).
Calculados a la tasa de cambio paralelo, 800 dólares son 200 sueldos mínimos.
Tarifas
Génesis detalló que ofrece diferentes paquetes de precios a quienes están interesados en imágenes de su cuerpo. Esto le permite ordenar el material previamente y llevar mejor las cuentas de lo que está ganando en un mes.
“Por 15 dólares enviaba 10 fotos sexys o un video seductor de 5 minutos. Por 25 dólares eran 13 fotos sexys, 2 fotos explícitas y un videíto de 3 minutos. Por 30 dólares te daba 22 fotos sexys, 3 explícitas, sin video. Por 40 dólares daba 10 fotos explícitas, 10 sexys y un video de 3 minutos. Esos eran los paquetes que me solían pedir”, detalló.
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La mujer, con picardía en su tono de voz, confesó que también vendió “paquetes especiales”.
“Por mi paquete ‘deluxe’ de 60 dólares enviaba 12 fotos explícitas, 13 fotos sexys y un video de 5 minutos. El ‘gold’ eran 20 fotos sexys, generalmente temáticas, 10 explícitas y un video con acompañante; este costaba 100 dólares. El paquete más caro, el ‘platinum’, era de 20 fotos eróticas, 20 explícitas y un video con acompañante de 10 minutos; tenía un costo de 120 dólares. Éste último jamás lo vendí”, añadió.
Los videos con acompañantes, mostraban a la joven junto con un hombre o una mujer, haciendo sexo oral, masturbación y coito.
Un futuro incierto
La venezolana advirtió que la vida en Panamá “no es nada fácil“. En este país ha trabajado como promotora y mesera. No tiene un proyecto claro de iniciar estudios universitarios por los momentos.
“Aquí dejé un poco de lado el negocio de los nudes, de todas maneras el dinero no me rinde tanto como en Venezuela. Me siento sola, sin mi familia”, apuntó.
Génesis se encuentra en una diatriba sobre si volver a su país con el apoyo de su familia y poder vivir mejor canjeando dólares al costo paralelo, o quedarse en Panamá, lejos de la crisis nacional.
“No quiero volver con el país así. Muchas amigas mías están aquí en Panamá y me apoyan. Pero a veces he pensado en ahorrar un dinero para volver y pagarme así sea un Técnico Superior Universitario. Pase lo que pase, sé que me irá bien”, finalizó esperanzada.