Una investigación del Proyecto ITEMP revela la identidad de socios y aliados con los cuales Hugo “El Pollo” Carvajal, jefe de inteligencia de Hugo Chávez, sirvió de escudero en la jungla de la ilegalidad para que muchos criminales tuvieran una estancia segura en Venezuela.
El Político
La investigación agrega que "a costa de su poder, el exjefe de los servicios de inteligencia militar venezolana cooperó por más de una década con traficantes de droga bajo la égida de Hugo Chávez", reportó DiariolasAmericas.
El trabajo añade que los guerrilleros sentían la obligación de agradecer tanto al general Hugo “El Pollo” Carvajal que durante días se enfrascaron en el inocuo debate sobre cuál podría ser el mejor presente para un hombre tan poderoso en Venezuela.
Según la investigación, Carvajal adquirió tanto poder como jefe de los servicios de inteligencia militar venezolanos que lo que él deseara podía conseguirlo sin complicaciones.
Los insurgentes pensaron que ni las joyas, dinero, un carro, una pintura o un reloj de colección lo sorprenderían.
Singular obsequio
Al Fuerte Tiuna, un vasto complejo militar al suroeste de Caracas, guerrilleros del Frente Décimo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) hicieron llegar a Carvajal un singular obsequio, en abril de 2006.
Se trató de un caballo pura sangre que en los establos de ese fortín estaría a buen resguardo para cuando el general quisiera cabalgar.
“Era un caballo de los buenos, pura sangre de verdad. Yo mismo se lo fui a dejar en Fuerte Tiuna. No supimos qué nombre le puso o si le gustó, pero lo recibió”.
Así lo contó desde una gélida sala de visitas de una prisión federal estadounidense uno de los insurgentes que participó en aquel agasajo y que por años estuvo bajo protección directa del poderoso funcionario en Venezuela.
Según una acusación de la corte del distrito sur de Florida, revelada en 2011, Hugo Carvajal Barrios habría facilitado las operaciones de narcotráfico de al menos una docena de capos de la droga que buscaron refugio en suelo venezolano entre 2004 y 2011.
Este fue el período en que este general estuvo al mando de la contrainteligencia militar.
Incluso los fiscales estadounidenses aseguran que el exoficial, al menos desde 1999, protegió a traficantes de cocaína colombianos y mexicanos por medio de una camarilla de militares que luego, a modo eufemístico, se pasó conocer como el Cartel de los Soles.
“El Enano” y la protección de Hugo Carvajal
Yesid Ríos Suárez, un curtido abastecedor de drogas de las FARC, apodado “El Enano”, habría disfrutado durante al menos seis años de la protección directa de Carvajal mientras se desplazaba entre la industrial ciudad de Valencia, al norte de Venezuela, y el llanero estado de Apure, fronterizo con Colombia.
Desde Apure “El Enano” viajaba para supervisar la fabricación de cocaína en laboratorios clandestinos que operaba en el departamento colombiano de Arauca, para luego transportar la mercancía a tierra venezolana, según el relato de uno de sus antiguos socios desde una prisión de Alabama.
Pequeños aviones y pistas clandestinas
Desde ese estado de los llanos venezolanos, a través de pequeños aviones y pistas clandestinas, Ríos Suárez fue un importante proveedor de cocaína de las FARC y, sobre todo, de Noé Suárez Rojas conocido por los alias de “Germán Suárez Briceño” o “Grannobles”, un veterano jefe militar de la guerrilla, miembro de su Estado Mayor.
El 19 de septiembre de 2011, año en el que Venezuela se volcó a entregar a una veintena de capos de la droga que se refugiaban en su territorio, “El Enano” fue deportado desde Caracas hacia Bogotá por una orden de arresto internacional que lo acusaba de narcotráfico.
Tres años después, en enero de 2014, el Gobierno colombiano aprobó el pedido de extradición de Ríos a Estados Unidos, donde una corte de Nueva York lo buscaba por tráfico de cocaína.
Revelación de un importante narcotraficante colombiano
“Pregúntele a Carvajal qué hacía Yesid Ríos en su casa y en su velero en Margarita, en la marina de la isla, ¿por qué lo protegía allá? ¡Demasiadas cosas están claras! Le brindó documentación, carros, escoltas, todo.
Así lo describió un importante narcotraficante colombiano que se convirtió en un testigo clave en la acusación contra el general en Estados Unidos, así como de otros altos oficiales venezolanos.
Al haber mantenido su base de operaciones en Venezuela por ocho años, el capo colombiano admitió que Carvajal había protegido sus operaciones brindándole custodia directa, como escoltas y documentación oficial venezolana.
Así lo relató en una serie de entrevistas por correo electrónico desde la prisión donde aún paga condena, con la condición de mantener bajo reserva su identidad.
Importantes pruebas en manos de los fiscales estadounidenses
Para respaldar sus alegatos, dijo que durante sus audiencias entregó a los fiscales estadounidenses importantes pruebas que incluían una lista de oficiales venezolanos a su servicio, honorarios pagados, además de información única del exjefe de inteligencia.
Entre otros, la lista incluyó a seis oficiales, hoy con rango de generales, que hicieron parte del régimen de Hugo Chávez en cargos estratégicos de seguridad, y actualmente se desempeñan en otros puestos en la administración de Nicolás Maduro.
“Lo que relató mi cliente, relacionado con los servicios que le brindó Carvajal, es totalmente cierto, y sirvió de mucho a los fiscales para armar otros casos”, declaró la defensa del narco en una entrevista en Miami con Proyecto ITEMP.
Versiones contrastadas
Las versiones del capo colombiano fueron contrastadas con otro colaborador de Ríos Suárez, también condenado por una corte de Nueva York.
Sus declaraciones coincidieron con los alegatos que describen cómo Carvajal asistía a “El Enano” a expensas de comisiones en dólares, conforme este lo resguardaba dentro de Venezuela al fragor de los combates contra las guerrillas que el Gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, emprendió desde 2002.
“Cuando en Venezuela nos informaron que iba la deportación a Colombia y después seguro a USA, llamé al general Carvajal a su celular. Me atendió y le pregunté ‘¿qué pasó?’, a ver si podía ayudarnos. Respondió que ya eso escapaba de sus manos y colgó”, recuerda el operario.
Una pista lleva otra
Para los fiscales de Nueva York un testigo importante en el ensamblaje del caso Carvajal fue el colombiano Yon Pelayo Garzón Garzón, un miliciano que logró infiltrarse en las FARC para la inteligencia colombiana y trabajó para alias “El Enano”.
Garzón, supuestamente, asistió a un encuentro en octubre de 2002 en la frontera entre el estado Apure (Venezuela) y el departamento de Arauca (Colombia) donde se discutió la entrega de armas y la custodia de cargamentos de cocaína con auspicio del “Pollo”, según uno de los testigos que conoció las operaciones y fue entrevistado para esta investigación, en abril de 2019.
Los detalles pormenorizados reconstruyeron lo ocurrido y ensalzan directamente el papel que tuvo el general chavista, de acuerdo con la versión del testigo.
Las descripciones del suceso, a las que accedió ITEMP por medio del abogado defensor de un caso de narcotráfico en Colombia donde la figura de Carvajal resonaba, están en el expendiente 499-2002 de una corte colombiana a la que Garzón sirvió como testigo en varios casos de droga.
El Gobierno colombiano conocía el historial delincuencial de Carvajal
Esto es una muestra de que el Gobierno colombiano conocía el historial delincuencial del confidente de Chávez mucho antes de su ascenso como jefe de la inteligencia militar venezolana.
Una revisión de los registros públicos judiciales en Colombia revela que en todos estos años la Fiscalía de ese país nunca abrió un caso criminal en contra de Carvajal, a pesar de lo que sabía.
Yon Pelayo Garzón se convirtió en testigo protegido de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) y la fiscalía de Nueva York en varios casos a partir de 2011, entre ellos los de “El Enano” y Carvajal, según muestran registros de la corte, algunos de ellos bajo sello.
Yesid Ríos Suárez, “El Enano”, era una pieza estratégica para Estados Unidos y, en concreto, para la Corte de Distrito Sur de Nueva York, que lo encausó por operaciones de droga al servicio de las FARC.
“El Enano” fue condenado en junio de 2014 a 54 años de prisión por su rol en el manejo de laboratorios clandestinos de cocaína en Colombia cuyo principal mercado era suelo estadounidense.
Tropelías del jefe de inteligencia venezolano
Ríos Suarez nunca respondió a las solicitudes de entrevista para esta historia.
En los ochos años que el presidente Álvaro Uribe estuvo al frente de Colombia nunca llegó a hablar con su homólogo Chávez de las supuestas tropelías que el jefe de inteligencia venezolano estaba ejecutando a favor de guerrilleros colombianos y narcotraficantes. O eso, al menos, es lo que recuerda.
“Yo le informé a Chávez sobre los campamentos que tenían las FARC en Venezuela, pero él negó que existieran en su país. Luego dijo que no los podía perseguir por no afectar la paz de Colombia”, relató el expresidente Uribe a ITEMP.
Sobre Carvajal “no recuerdo en particular haber hablado con Chávez alguna vez. No lo tengo muy presente”, admitió Uribe.
Para el expresidente colombiano, la guerra a muerte en contra de las guerrillas forzó a las FARC a sentarse a negociar años después, hasta su disolución absoluta, en 2016.
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