El Político
Desde agosto, Lucashenko solo ha mencionado una reducción de sus prerrogativas y la posible convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas. Prometía que daría los detalles durante esta "asamblea popular", que se reúne cada cinco años y adoptará "una resolución".
Según la página web del gobierno, el tema del congreso no es la reforma institucional, sino recomendaciones para el "programa de desarrollo socioeconómico de Bielorrusia para 2021-2025″.
Lukashenko no ha mencionado últimamente la reforma de la Constitución prometida y ha insistido en un sondeo sobre el bienestar de la población, cuyos resultados se revelarán durante la asamblea.
Opositores dicen que es una farsa
Los opositores lo han tachado de farsa, sobre todo porque el jefe de Estado se ha negado a hacer concesiones a la revuelta de 2020, la mayor ola de protestas desde que él llegó al poder en 1994 y que cuestionó su muy polémica reelección.
La principal opositora y rival en las elecciones presidenciales, Svetlana Tijanóvskaya, quien se vio obligada a exiliarse en Lituania, declaró a la AFP que no espera nada de esta asamblea.
"No son delegados del pueblo. Esto no significa nada para los bielorrusos", afirmó esta profesora de inglés de 38 años respaldada durante meses por el movimiento de protesta a gran escala en esta exrepública soviética.
Después de semanas de manifestaciones que hicieron temblar al régimen, el sistema Lukashenko logró sofocar las protestas con detenciones masivas, violencia policial y los arrestos y exilios forzosos de todas las figuras destacadas del movimiento.
Criticó a los opositores exiliados, que "lloran y sollozan"
En los medios de comunicación estatales y la cadena Telegram, los delegados de la Asamblea Popular se deshicieron en elogios a la institución esta semana, sin mencionar la agenda ni citar los meses de manifestaciones o la represión.
Alexandre Markevich, miembro del comité de seguridad nacional en el Parlamento, alabó un congreso capaz de "crear una base fiable para el avance del país". Elena Yastremskaya, al frente de un organismo regional, dijo que espera que la asamblea "refuerce el espíritu de unidad del pueblo".
La policía advirtió que "eliminará cualquier acción ilegal" jueves y viernes, mientras que el canal opositor de Telegram NEXTA convocó una manifestación.
Es sólo un intento de diálogo con la sociedad civil
El ministro de Relaciones Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, tildó la asamblea de "intento de imitar un diálogo con la sociedad civil".
"La persecución de los opositores políticos (…) muestra claramente que esto es solo un diálogo entre Alexander Lukashenko y sus partidarios", declaró a la AFP.
Los países occidentales condenaron la represión y sancionaron a Minsk, pero el líder bielorruso contó con el respaldo de Moscú.