El presidente de Argentina, Mauricio Macri, admitió la lentitud de las reformas adoptadas en el transcurso de su mandato pero pidió confianza a los argentinos para construir "bases serias pensando en el medio y largo plazo".
En un acto de campaña del frente Cambiemos en Mendoza (oeste), donde fueron presentados los candidatos a las elecciones primarias del próximo mes, el dirigente reconoció que "el resultado económico no llegó todavía a muchísimos argentinos", aunque se justificó en que llegó al Gobierno "después de cinco años de estancamiento".
"No se construye un país en quince meses", se excusó Macri, que demandó el voto de los mendocinos porque "estamos en la buena dirección".
El presidente argentino esgrimió el aumento del crédito hipotecario como muestra de que ahora el país empieza a ser confiable y creíble; unido a un crecimiento del PIB que cifró en más de un 3 % para 2017, "más aún el año que viene", y a la creación de empleo.
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"Ya probamos mintiendo, buscando el atajo, aislándonos del mundo", fue la crítica del líder de Cambiemos en referencia al anterior Gobierno -encabezado por Cristina Fernández-, y dibujó las primarias como una elección entre "mentiras y verdad" y entre "corrupción y transparencia".
No queremos vivir más con un INDEC (Instituto Nacional de Estadística y Censos) que nos diga lo que queremos oír, por más que sea una mentira gigantesca", afirmó Macri, que aseguró que, bajo su gestión, se dio a conocer el alcance real de la pobreza y la inseguridad.
Como parte de la lucha contra el crimen, llamó a "echar a patadas" de Argentina al narcotráfico, que "destruye" a las familias y "hace mierda" a los jóvenes.
En las primarias de agosto se elegirá la lista de candidatos de cada partido o coalición que competirá en las elecciones legislativas del próximo octubre. EFE