En su carrera rumbo a la Presidencia, Mauricio Macri encontró en su vínculo con los famosos la herramienta ideal para compensar la falta de trabajo territorial del PRO. Y no dudó en ungir como candidatos a referentes de distintos ámbitos: deportistas, actores, modelos y periodistas para competir contra el aparato kirchnerista. Le valió la subestimación, burlas y muchas críticas de sus rivales políticos. Pero la apuesta, está a la vista, le dio buenos réditos. Ahora, sin embargo, la intención es fortalecer Cambiemos y la prioridad es impulsar a cuadros políticos propios en todo el país. Por eso, en la mesa de coordinación de campaña ya no se piensa en los mediáticos como punta de lanza para afrontar las próximas Legislativas.
"Dejamos atrás la etapa de los famosos", admiten en la Casa Rosada, donde en las últimas semanas, luego del desenlace del litigio judicial por el tema tarifas, ya se comenzó a poner el foco en la campaña 2017.
La nueva estrategia se puede advertir en las últimas encuestas que el Gobierno encargó en todos los distritos. Allí se midió la imagen y el nivel de conocimiento de entre tres ó cuatro de posibles candidatos para encabezar las listas. A diferencia de otros tiempos, hay muy pocos nombres famosos, ajenos a la política.
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El caso emblemático es el del humorista Miguel del Sel. Estuvo dos veces a un paso de ser gobernador de Santa Fe y guió al PRO a realizar muy buenas elecciones de medio término, pero el año próximo miraría la contienda desde afuera. "Está muy cómodo (como embajador) en Panamá. No creemos que quiera volver", dicen en el Gobierno. Al menos por ahora, nadie le va a pedir que lo haga: en la provincia, días atrás se relanzó la Fundación Pensar, que presidirá a nivel local el diputado Luciano Laspina, uno de los dirigentes que busca posicionar el PRO para intentar destronar al socialismo. La estrategia se replicará en todos los distritos. Siempre con el objetivo de instalar dirigentes propios ó para apuntalar a candidatos radicales y de la Coalición Cívica mejor posicionados, como ocurre por ejemplo en Santa Cruz, con el diputado Eduardo Costa y la legisladora del Mercosur Mariana Zuvic. "Nuestra prioridad es fortalecer Cambiemos a nivel nacional", repiten en Casa Rosada.
Aunque nadie lo dirá en voz alta, también existe en el Gobierno la intención de minimizar los focos de conflicto. Y saben que, con una figura mediática en el medio, cualquier problema puede golpear con más fuerza. En ese sentido, por lo bajo admiten que se aprendió la lección del escándalo en el que quedó involucrado el periodista deportivo Fernando Niembro, quien en plena campaña fue denunciado por los contratos millonarios que recibió su productora por parte del Gobierno porteño. El hecho tuvo tanto impacto mediático que casi deja fuera de juego a Macri. "Siendo Gobierno no nos puede pasar", señalan. Y exponen que ahora en el poder ya "no se necesita tener visibilidad para competir: la gente va a juzgar por la gestión y va a decidir si quiere seguir por este camino ó volver al pasado".
De cualquier modo, habrá excepciones. El neurocientífico Facundo Manes podría tener su lugar. Y aseguran no se les cerrarán las puertas los que ya se ganaron su lugar. “Seremos pragmáticos”, dicen. Al cabo, hay varios ejemplos de figuras que llegaron para quedarse, como el cocinero Martiniano Molina y el periodista Diego Valenzuela, intendentes de Quilmes y Tres de Febrero, y el ex árbitro Héctor Baldassi, quien debe renovar su banca en Diputados.
Con información de Clarín
